El primer lanzallamas para drones ya está a la venta
¡Cuidado, Elon Musk! Hay un nuevo lanzallamas en la ciudad, y éste es mucho más peligroso y cool que el tuyo... La empresa americana Throwflame ha puesto esta semana a la venta el primer lanzallamas para drones. En Estados Unidos, por supuesto, que allí son muy de quemar cosas con lanzallamas...
El lanzallamas para drones TF-19 WASP no es para tomárselo a broma. Es capaz de lanzar un chorro de fuego a 10 metros de distancia durante 100 segundos seguidos. Suficiente para quemar un bosque, o asar un caballo...
Pero lógicamente, no ha sido diseñado para eso. Se trata de un lanzallamas profesional pensado para labores de agricultura. En este vídeo puedes verlo quemando nidos de avispas (en serio), rastrojos, y otras cosas:
El lanzallamas para drones TF-19 WASP se puede acoplar a cualquier drone profesional que pueda levantar 2,26 Kilos, que es lo que pesa el lanzallamas con el depósito de combustible. En el vídeo está acoplado a un dron DJI S1000, que tiene un coste de más de 2.500 euros, así que no está al alcance de todo el mundo.
Dispone de diferentes rieles y mods para acoplarse a drones de varias marcas. Gracias a su diseño deslizante, el depósito de combustible (del lanzallamas) es muy fácil de extraer para reponerlo en cuestión de segundos, ya que como hemos dicho tiene mecha para algo menos de 2 minutos.
Throwflame espera venderlo a servicios forestales y bomberos, ya que puede usarse para controlar incendios, quemando zonas alrededor de un fuego grande, para impedir que se propague. Tiene la ventaja de que puede colarse en sitios más peligrosos de lo que podría un bombero.
También se utilizará para quemar las malas hierbas en lugares poco accesibles y, como hemos dicho, para quemar nidos de avispas y control de plagas, pues por lo visto en Estados Unidos está permitido.
El lanzallamas para drones TF-19 WASP ya está a la venta en la web de Throwflame, a un precio de 1.499 dólares.
En Estados Unidos es legal vender lanzallamas, ya que no se consideran un arma. Pero los compradores tienen que seguir una serie de normas asociadas al uso de drones, que incluye no volarlos en zonas en las que hay gente y tráfico aéreo.
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