Después de comprarte un móvil nuevo, te dispones a encenderlo y organizarlo según tus cuentas y aplicaciones. Ese momento de emoción cuando vas poco a poco descubriendo las distintas funciones que tiene el software se ve ensombrecido cuando empiezas a ver multitud de aplicaciones que no te interesan ni te sirven para nada. Eso es el denominado Bloatware.

Vamos a viajar un segundo para atrás en el tiempo, cuando los ordenadores eran grandes cajas cuadradas. Los sistemas de memoria contaban con muy poco espacio, lo que exigía a los desarrolladores crear aplicaciones que ocuparan el mínimo espacio posible.

A medida que los discos duros fueron evolucionando y su tecnología se fue abaratando, los desarrolladores se fueron relajando y sus sistemas y aplicaciones empezaron a engordar. Ya no hacía falta reducir a la mínima expresión el sistema, y el problema es que este aumento de peso no siempre era proporcional al crecimiento y mejora de las funciones, es decir, había exceso de equipaje.

El bloatware sigue siendo un problema en Windows 10

Aquí fue cuando se acuñó el término Bloatware o en español software inflado (o de relleno). El término hacía referencia a esos recursos innecesario o prescindibles de un sistema que pese a no ser útiles se dejaban y acababan ocupando espacio en la memoria del dispositivo.

Aplicaciones con funciones muy básicas ocupaban una cantidad de espacio desproporcionada, por no hablar de las actualizaciones de software que también gastaban grandes cantidades de los recursos de los dispositivos, como los datos al descargarlas. 

Bloatware en la actualidad

No obstante, con el tiempo el significado de la palabra Bloatware se ha ido extendiendo a otros usos. Si alguna vez os encontráis este término en artículos o análisis de algún móvil como los que realizamos en Computer Hoy, sabed que nos estamos refiriendo a las aplicaciones que ya vienen preinstaladas en un dispositivo nada más encenderlo por primera vez.

No estamos hablando de las aplicaciones críticas como la galería de imágenes, la lista de contactos o la cámara fotográfica, sino del resto de aplicaciones del fabricante o de terceros que cuando enciendes el dispositivo ya están instaladas sin que tú elijas si las quieres o no.

A este conjunto de aplicaciones también se las conoce de manera despectiva como crapware. Y suelen acabar en nuestros dispositivos porque los desarrolladores pagan a los fabricantes para que las incluyan y así las marcas consiguen rentabilizar un poco más el producto.

Los casos más extremos suelen ser los de los móviles ofrecidos por las operadoras a precios más bajos. Estas empresas piden también al fabricante que incluya sus aplicaciones que se incluyen a las del desarrollador del software como Android y a las del fabricante como toda la gama de aplicaciones de Xiaomi, por ejemplo.

Algunas veces este bloatware suele ser útil, podemos encontrar aplicaciones para leer código QR, grabadoras, calculadoras o un calendario. Aunque otras veces podemos elegir mejores aplicaciones de otros desarrolladores, sea cual sea el caso lo normal es poder desinstalar la mayoría de aplicaciones en caso de que no quieras usarlas.

Dependiendo del tipo de dispositivo y de su sistema operativo existen diferentes maneras de desinstalarlo sin perjudicar al resto del sistema. En estos enlaces de explicamos paso a paso cómo desinstalar el Bloatware de tu móvil Android o de tu ordenador recién comprado.