Entre las curiosidades del mundo de la tecnología están las relacionadas con los nombres de los diferentes estándares, como el Bluetooth.
Entre las curiosidades del mundo de la tecnología están las relacionadas con los nombres de los fabricantes o diferentes estándares y protocolos. Una de las más llamativas es la que tiene que ver con el origen del término Bluetooth, que tiene que ver con un rey vikingo del siglo X. Este pasó a la historia por unificar varias tribus escandinavas. Lo mismo que hace el Bluetooth pero, en este caso, con dispositivos de bajo consumo.
Este protocolo de comunicación fue desarrollado a finales de los años 90 para facilitar la transferencia de datos y voz entre dispositivos de uso personal, como teléfonos móviles, ordenadores, impresoras, ratones o cámaras de fotos. Y sin necesidad de tener que usar cables.
Cuando llegó el momento de ponerle un nombre, uno de los miembros del equipo de trabajo buscó la inspiración en el mencionado rey, que en el siglo X unificó varias tribus danesas y noruegas, y las convirtió al cristianismo. Era conocido como Harald Blatând, que en inglés significa Harald Bluetooth.
Lo del apelativo Bluetooth, diente azul, tiene varias explicaciones. La más fiable es la que sostiene que fue una mala traducción de Blatand, que en realidad significa hombre grande.
El logotipo de este sistema de comunicación también hay que buscarlo en este rey. No sólo por el color azul al que hace mención su apellido, también porque en él aparecen las runas de sus iniciales.
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