Si has paseado por el centro de Madrid en los últimos días, quizás te ha llamado la atención ver bicicletas amarillas estacionadas en distintos lugares de la ciudad. Se trata de las bicisdeObike, unaaplicacióndealquilerdebicicletasurbanascompartidasque acaba de llegar a España. Su primera experiencia es enMadrid, ciudad en la que ya funciona a pleno rendimiento.

Este servicio se diferencia de otros en la ausencia de estaciones fijas. El usuario, una vez que finaliza el uso de la bici, la puede estacionar en cualquier punto de la ciudad. Acto seguido otro usuario puede reservarla desde el móvil y subirla a ella. Ciertamente es un servicio más flexible que BiciMAD en este aspecto.

El proceso paraalquilary utilizar unabici compartidadeObikees bastante sencillo: ves en su aplicación para iOS o Android dónde está la más cercana, la reservas, desbloqueas su candado escaneando un código QR y te subes. Cuando terminas, vuelves a estacionarla asegurándola con su propio candado.

Durante lo que queda de septiembre y todo el mes de octubre el servicio debicicletas compartidasdeObikeserá totalmente gratis. Según fuentes de la compañía a partir de entonces el servicio pasará a tener un coste de 0,50 céntimos por cada media hora de utilización. También hay que señalar que no está disponible fuera de la M-30.

Conoce su estado físico en todo momento con una de estas pulseras monitorizadoras

La andadura de esta compañía en España comenzó el miércoles 27, de forma prácticamente simultánea con otras ciudades de Europa como Bruselas.

Es una iniciativa que promueve la movilidad sostenible en el entorno urbano, una que ha cosechado un éxito sin precedentes en algunas ciudades asiáticas. Obike Inc es una empresa de Singapur, todo un hub para los negocios tecnológicos a nivel mundial.

Una buena idea que no está libre de polémica

La economía colaborativa es una novedad que ofrece muchísimas opciones, todas ellas destinadas a maximizar en la medida de lo posible la eficiencia de un servicio. El mejor ejemplo en nuestro país es BlaBlaCar, la app para compartir coche por excelencia. Obike se encuadra en este sector, aunque con algunas particularidades.

Su actividad no la ha librado de agrias críticas a todos los niveles. Se podría decir que en algunas ciudades la iniciativa ha muerto de éxito, y es que prácticamente ha acabado inundando ciudades de bicicletas que acaban fuera de control. El mejor ejemplo son Melbourne y Sídney, donde la irresponsabilidad de los usuarios ha generado problemas, pues acaban estacionando las bicis compartidas de forma masiva en cualquier parte.

Por ahora hemos cuestionado a Obike acerca de algún posible plan para evitar que los usuarios más desaprensivos causen problemas. Estamos a la espera de su respuesta, que incorporaremos en cuanto la tengamos.