Nothing ya lleva un tiempo en el mercado y, desde su aparición, han dejado dispositivos francamente interesantes que han conquistado a público y crítica como el Phone (1), el Phone (2) o los Ear (2).

¿Sus puntos clave? Un software y un diseño diferencial, principalmente. Ahora bien, son dispositivos que igual se escapan a muchos bolsillos. 

Con tal de solucionar esto, a finales de 2023 presentaron su submarca CMF, pensada para competir en gama media a precios asequibles: un adaptador GnA, unos auriculares, los Buds Pro, y un smartwatch, el CMF Watch Pro.

Este último ha pasado por mis manos y tras un par de semanas de uso ya tengo claro lo que ofrecen. Antes de empezar, como es costumbre en la casa, la ficha técnica del Watch Pro para que te hagas una idea de lo que puedes esperar. 

• Diseño y pantalla: precioso y ligero, con un panel que es una delicia
• Software: ADN Nothing aunque algo limitado
• Salud y deporte: buen registro de datos y más que suficiente por este precio
• Autonomía: más de 7 días a pleno rendimiento
• Conclusión: CMF Watch Pro, ¿merece la pena?

Diseño y pantalla: precioso y ligero con un panel que es una delicia

El CMF Watch Pro es un dispositivo francamente bonito que bebe bastante del Apple Watch con ese diseño cuadrado. Sí que es cierto que igual esperaba un aspecto más Nothing, pero también es cierto que algo diferencial en un reloj es bastante más complicado que en un móvil. 

Además, como ya te entraré en detalles más adelantes, donde está esa profunda personalidad es en el software, que cumple con creces. 

Es un dispositivo que cuando lo sacas de la caja parece algo grande, pero lo cierto es que cuando lo tienes en la muñeca queda francamente bien, no pesa nada y luce precioso. 

Como es habitual en dispositivos de este tipo, apuesta por una correa de silicona muy agradable al tacto que está disponible en negro, gris o naranja que, unido al reloj, suma un peso total de 47 gramos.

En cuanto al diseño del CMF Watch Pro cuenta con los clásicos pines de carga en la parte trasera junto a los sensores de salud y un botón en el lateral derecho que ejerce como centro neurálgico de la experiencia, al que suma varios agujeros que son la salida de voz de su altavoz integrado para las llamadas.

Lo único que hecho en falta es una corona giratoria para moverme por el dispositivo, pero lo cierto es que por este precio, entiendo que esta útil herramienta no haga acto de presencia. Además, el control con el dedo es cómo y práctico.

En cuanto a la pantalla, apuesta por un panel AMOLED de 1,96 pulgadas que es una absoluta delicia. No solo por la definición de todo lo que se muestra en pantalla, sino por un factor clave: un pico máximo de 600 nits que consigue que se vea perfecto a plena luz del sol, algo impresionante para su rango de precio.

Ahora bien, no tiene brillo automático, por lo que tendrás que hacerlo a mano, pero también es cierto que siempre he estado con la iluminación por defecto, viene en torno al 50%, y nunca he tenido la necesidad de subirla o bajarla. 

Software: ADN Nothing aunque algo limitado

Como es habitual en este tipo de dispositivos, es necesario bajarse una app para configurar el CMF Watch Pro que responde al nombre de CMF Watch y que está disponible tanto en Android como en iOS. 

La instalación es francamente simple: enciendes el dispositivo, aparece un QR y tras leerlo con la cámara del móvil, ya lo tienes listo para funcionar. 

Desde la app puedes establecer un montón de parámetros: desde la posibilidad de activar o desactivar notificaciones que te interesen, hasta elegir un sinfín de esferas distintas con muchísima personalidad. 

Y esto es lo que te comentaba al principio. El ADN de Nothing está precisamente aquí: en el diseño de las esferas y en cómo son las distintas pantallas que tienes a tu disposición cuando deslizas el dedo de un lado a otro. 

Todo destila mucha elegancia y buen gusto, con una combinación de negros y blancos que dotan al conjunto de muchísima personalidad. Creo que precisamente por esto han incidido mucho en el brillo del CMF Watch Pro, ya que todo sigue una línea oscura preciosa que podría fallar si no se viese bien en condiciones de mucha luz. 

En cuanto a la experiencia de usuario, una de cal y una de arena. Todo se maneja como la seda y de manera muy intuitiva y simple. Ahora bien, en cuanto a las notificaciones, no puedes interactuar con ellas y solo puedes leerlas. ¿El problema? Que dependiendo de la longitud del mensaje, este se corta y tienes que acudir al móvil a seguir leyendo. Una pena. 

Por lo demás, es algo básico. No cuenta con apps propias y se queda en clásicos como sensores de salud, deporte, música, cámara remota o asistente de voz, entre otros. 

Por este precio, la verdad, es que tampoco esperaba más, pero para mi sorpresa guarda un aliciente muy interesante: llamadas a través del reloj. 

Es cierto que para que te escuchen es necesario tener el dispositivo cerca de la boca, ya que su micrófono no es muy potente, pero la voz del otro lado se escucha clara y sin cortes. 

A esto suma una opción fantástica que te permite añadir hasta 20 contactos al reloj para una marcación rápida, lo que agiliza mucho el proceso de llamar a alguien habitual. 

Salud y deporte: buen registro de datos y más que suficiente por este precio

El dispositivo cuenta con un buen sistema de medición de salud en donde están los clásicos de frecuencia cardíaca, SpO2, seguimiento de sueño y estrés y lo cierto es que actúan de manera notable. 

Los 3 primeros vienen activados por defecto, mientras que la medición de estrés tienes que activarla de manera manual. Hay que recalcar que la medición no es constante, pero puedes activarlo en los ajustes, aunque esto hace que la duración de la batería baje más rápido de lo habitual. 

En cuanto a modos deportivos, cuenta con 110 modos de entrenamiento diferentes donde no falta de nada, pero en donde brilla realmente es en la inclusión de GPS, que te permite hacer actividades al aire libre sin necesidad de llevar el móvil contigo y que funciona genial. 

Autonomía: más de 7 días a pleno rendimiento

En cuanto a la batería del CMF Watch Pro, no puedo estar más contento. Es cierto que hay modelos por el mismo precio o incluso más que tienen más autonomía, pero sus 7 días de uso a pleno rendimiento me parecen más que suficientes. 

Como es lógico, si tienes activada la monitorización completa y haces deporte todos los días, esta autonomía será más corta, pero creo que siguen siendo unas cifras buenas. 

Lo único malo es una carga algo lenta, puesto que consigue el 0 al 100% en unas 2 horas desde que lo conectas al enchufe. 

Conclusión: CMF Watch Pro, ¿merece la pena?

Esta iteración de Nothing en el mercado de los smartwatches con su línea de gama media me ha parecido simplemente genial. 

Por 65 euros tienes un dispositivo que tiene un diseño fantástico, una gran personalización con un software pulido y precioso y una batería que cumple de sobra.

Es cierto que le pueden faltar opciones, pero es que por semejante pantalla, lo mejor del conjunto, sin lugar a dudas, creo que merece la pena darle una oportunidad. 

Lo que tengo claro es que, si este es el smartwatch de Nothing "básico" no puedo ni imaginar lo que puede hacer la marca principal cuando se lance a este mercado.