La semana pasada, en un evento rumoreado, pero que parecía que nunca se iba a anunciar de forma oficial, Apple anunció sus nuevos MacBook Pro con M2, los nuevos Mac Mini -también con M2- y hasta un nuevo Homepod, una segunda generación que muchos pensábamos que nunca llegaría.

La renovación de los MacBook estaba cantada con los nuevos chips de los de Cupertino tras el MacBook Pro 13” con M2 y, sobre todo, el MacBook Air M2 que analizamos hace unos meses. Y aunque esperábamos un Mac Mini también con M2, lo que muchos no teníamos en el radar era que viniera con el M2 Pro.

Y es que, esto puede suponer que el pequeñín de la casa rivalice con el Mac Studio, la bestia que analizamos hace unos meses con M1 Pro y M1 Max. Y sí, aunque el estudio está más pensado para rendimiento sostenido y tiene más puertos, este Mac Mini M2 puede ser una auténtica chuchería para muchos usuarios.

He pasado unos días con la versión más potente, el Mac Mini con M2 Pro (y, además, con la configuración más bestia que se puede comprar), y te cuento mi opinión en este análisis.

La review del Mac Mini M2 Pro: análisis, test y opinión de Computerhoy:

• Características y ficha técnica del Mac Mini M2 Pro
• Diseño y conectividad: sin cambios aparentes, pero con puertos extra que vienen muy bien
• Rendimiento: la potencia de este pequeñín es absurda
• Jugando en el Mac Mini con los M2 Pro
• Ofertas y precio del Mac Mini M2 Pro
• Review ¿Merece la pena comprar el Mac Mini con chip M2 Pro?

Ficha técnica del Mac Mini M2 Pro

Diseño sin cambios aparentes, pero con puertos extra que vienen muy bien

Vamos a empezar por el apartado más aburrido de esta review del Mac Mini de 2023 porque, básicamente, tenemos el mismo cuerpo que hemos visto durante los últimos años. De hecho, he sacado mi Mac Mini de 2018 para comparar y, a simple vista, son indistinguibles, incluso por detrás, donde se ubican todos los puertos.

Que no se me entienda mal, no me parece un punto negativo, ni mucho menos, ya que considero que es uno de los ordenadores con mejor diseño de los últimos años porque cumple, perfectamente, una función práctica.

Tiene unas dimensiones de 19,7 x 19,7 (es cuadrado, vaya) con una altura de solo 3,58 cm y, en nuestro modelo con el M2 Pro, un peso de 1,28 kg. Esto es genial porque no, no necesitamos portabilidad en un ordenador así (aunque algún compañero se ha ido a la oficina con su Mac Mini más de una vez), pero nos permite colocarlo en cualquier lado.

Hay muchos soportes que permiten, junto a un sistema VESA, colocar el Mac Mini tras un monitor, por lo que prácticamente tienes un iMac, pero con la posibilidad de cambiar monitor y Mac Mini por separado. 

También lo puedes esconder en el escritorio, ponerlo en vertical y… bueno, lo que necesites en función del espacio disponible y la estética que te guste más. Ya digo que el diseño no ha cambiado estas últimas generaciones y, la verdad, no le hace falta.

En el frontal tiene un LED de estado que nos indica si está encendido y todo, absolutamente todo, está en la trasera. El modelo con M2 cuenta solo con dos Thunderbolt 4, pero en nuestro modelo tenemos el RJ45, dos USB-A 3.2, el jack de auriculares y cuatro Thunderbolt 4.

Esto es una pasada no solo para conectar monitores y accesorios, sino también para, por ejemplo, comprar una versión con un almacenamiento más bajo (y ahorrar bastante dinero), pero con la posibilidad de expandirlo mediante SSD externos que conectemos por Thunderbolt.

Tiene HDMI 2.1, así que vas a poder aprovechar directamente con el HDMI las bondades de los nuevos televisores y monitores (con el cable correspondiente, claro está) y a nivel inalámbrico tiene wifi 6E y Bluetooth 5.3.

He conectado el cable de Ethernet para hacer la prueba de velocidad, pero la verdad es que estos días he estado trabajando conectado por wifi y la experiencia ha sido fantástica, sin ningún problema.

Bajo los puertos tenemos una ranura por la que sale el aire caliente porque sí, este M2 Pro cuenta con disipación activa gracias a un pequeño ventilador de tipo turbina que saca el aire caliente. No hay entradas para que entre aire fresco. Pero bueno, te hablaré de temperaturas más adelante.

La potencia de este pequeñín es absurda

Visto el exterior, vamos al interior. Aquí tenemos los nuevos M2 de Apple, una arquitectura -ARM- que ya conocemos de sobra y que ha demostrado no solo ser muy, muy potente, sino ser realmente eficiente a nivel de consumo de batería.

El M2 Pro que tenemos entre manos cuenta con la configuración más avanzada (12 núcleos de CPU y 19 de GPU) y Apple dice que esta generación tiene una CPU hasta un 20% más rápida que la del M1 Pro con una GPU hasta un 30% más rápida que la generación anterior.

Admite Hasta 32 GB LPDDR5 (el que nosotros tenemos) y el ancho de banda total es de 200 GB/s. A nivel de “numeritos”, es una auténtica barbaridad con una litografía de 5 nanómetros y la cifra, que siempre queda bien poner, de más de 40.000 millones de transistores.

Esto, más allá de llamar la atención, es interesante cuando sabemos que es el doble que los transistores del M2 normal, que ya nos pareció un muy buen procesador en nuestras pruebas con el MacBook Air de hace unos meses.

Pero bueno, vamos a los numeritos y a los test:

Como ves, lo hemos comparado con el M2, con el M1 Pro que analizamos en el MacBook Pro de 14” y con el M1 Max del Mac Studio y los resultados, teniendo en cuenta el precio base de este Mac Mini, son impresionantes.

Tanto la CPU como la GPU se portan de maravilla y el equipo va rapidísimo en el día a día gracias tanto a la optimización de hardware y software como, sobre todo, al SSD. Tiene una lectura de 6.388,5 MB/s y una escritura de 5.331,4 MB/s, una barbaridad.

En el día a día, es un equipo que no me viene grande (como sí ocurriría con el Mac Studio con M1 Max) y que, si bien puede que no esté exprimiendo a diario, sí me permite crear contenido de forma mucho más rápida.

Utilizo Final Cut Pro, un programa de edición de vídeo de Apple que, lógicamente, está muy optimizado para estos procesadores, y el programa semanal del podcast, esta semana de 1 horas y 21 minutos, ha tardado 11:25 minutos en exportarse. En mi MacBook Pro M1, con el que edito diariamente, el proceso se fue a los 17:04 minutos.

Pero lo que más he notado, incluso más que en los tiempos a la hora de exportar vídeos, es la agilidad general trabajando. En Pixelmator todo es instantáneo, incluso trabajar con imágenes enormes es un auténtico gustado, y en Final Cut Pro la renderización en segundo plano es… innecesaria.

Esto, si sabes algo de edición de vídeo, agiliza mucho los tiempos y en este Mac Mini he podido, incluso, editar contenido HDR sin tener que tirar de proxys. La vista del timeline es bastante fluida (no perfecta, pero casi) con contenido 4K60 en HDR y es algo espectacular, la verdad. Mi M1 suda cuando intento editar HDR aun poniendo el contenido optimizado.

Sobre la temperatura, hemos medido la temperatura del chasis a la hora de hacer los test sintéticos y la edición de vídeo con unos resultados bastante buenos. Editando vídeo depende, evidentemente, de la longitud del mismo y de la calidad, pero en el ejemplo del podcast de casi 14 GB, medí unos 36º. 

Haciendo un test de rendimiento que tira mucho tanto de GPU como de GPU, se mueve alrededor de los 38,5º, un poco más o menos dependiendo de lo que te muevas. Exportando, donde el SSD trabaja bastante, la temperatura del mismo es de unos 30º y, además, el ventilador prácticamente no hace ruido.

Jugando en el Mac Mini con los M2 Pro

Antes de pasar a las conclusiones, vamos a ver qué tal el rendimiento en juegos. Lamentablemente, aquí no puedo extraer unas conclusiones tan minuciosas como cuando analizamos un equipo con Windows porque ni tenemos el catálogo para Mac que tenemos en un PC ni las herramientas son las mismas.

Te puedo decir que los juegos más pesados de Arcade van estupendamente. Esto no es una sorpresa porque incluso en un Apple TV 4K van genial, pero luego hay otro tipo de juegos que también vas a poder disfrutar de lo lindo si te compras un Mac con M2 Pro.

Mac Mini (2023) con M2 Pro

El Mac Mini con chip Apple Silicon M2 Pro es una bestia capaz de plantar cara al Mac Studio en tareas pesadas y de edición de vídeo.

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He probado StarCraft II, y dos de Steam: Half Life 2 y Bioshock Infinite. En estos dos, Steam me avisaba de que mi Mac no puede ejecutar apps de 32 bits... y así fue.

Ahora bien, que puedas jugar no significa que sea una buena plataforma para ello. Cada vez hay más juegos para Mac, sí, pero al final el PC sigue siendo la plataforma reina y algunos de los últimos juegos más potentes como Cyberpunk 2077, Control o Spider-Man no están disponibles para Mac.

¿Me compro el Mac Mini con M2 Pro o el Mac Studio?

Y una de las preguntas que más me han hecho mis conocidos estos últimos días ha sido… Alex, ¿me compro el Mac Mini con el M2 Pro o el Mac Studio con el M1 Pro?

Aquí la respuesta es bastante simple, en mi opinión. Como casi siempre, todo se reduce a “cuánto dinero quieres invertir” y “¿necesitas lo que aporta el Mac Studio?” 

El precio de nuestro Mac Mini M2 Pro es de algo más de 3.000 euros porque viene configurado a tope, incluso con el M2 Pro con más núcleos tanto de CPU como de GPU y los 2 TB de almacenamiento, pero el más “básico” cuesta 1.569 euros.

Viene con la CPU de 10 núcleos y 16 hilos (créeme, más que suficiente para editar genial en 4K60, incluso con HDR) y 16 GB de memoria RAM unificada. Cuanta más RAM en el caso de los Mac con ARM, mejor, pero 16 GB, hoy por hoy, va de lujo.

Tiene almacenamiento de 512 GB y los cuatro Thunderbolt 4 para ampliar mediante SSD más adelante. Por otro lado, el Mac Studio básico cuenta con el M1 Max con 24 núcleos de GPU, 32 GB de memoria y también 512 GB de SSD y el precio de partida es de 2.329 euros.

Aparte de la cantidad de núcleos (siendo el M2 algo más rápido), el estudio tiene más RAM y, sobre todo, más puertos gracias a los dos USB-C y ranura de SD delanteros. 

El sistema de disipación del Mac Studio es más avanzado, pero la verdad es que, habiendo visto cómo se desenvuelve el Mac Mini M2 Pro, me ahorraría esos casi 800 euros que cuesta el Studio.

Hablo, siempre, desde mi perspectiva. El Mac Studio con M1 Max es una auténtica barbaridad, pero si nos vamos al rendimiento puro y duro, hace unos párrafos os dejamos los benchmarks en los que podíais ver la comparativa con el M2 Pro... y no sale nada mal parado.

Mac Mini con M2 Pro, la opinión de Computerhoy: ¿merece la pena?

Ahora sí, llegamos al final de la review del Mac Mini con M2 Pro y creo que sus fortalezas son los puntos flacos que, precisamente, comentaba mi compañero Rubén en su análisis del Mac Studio.  

El Studio estaba limitado a un grupo de usuarios bastante concreto, aquellos que querían un sobremesa con más potencia que la del Mac Mini con M1, pero no necesitaban invertir el dineral que cuesta un Mac Pro.

Es un nicho de usuarios que yo tengo bastante localizado, pero que queda a medio camino entre el profesional más ‘hardcore’ y el usuario avanzado que tiene un estudio y crea contenido, trabaja en 3D, etc.

Además, ocupa bastante en el escritorio (pese a lo compacto que es) y no es fácil de transportar a la oficina, por ejemplo, o a un evento. Con el Mac Mini con M2 Pro se soluciona este problema, así como el del precio.

Es compacto, ofrece un rendimiento muy similar al del Mac Studio base y cuenta con un precio mucho más atractivo. Calidad/precio, diría que es el mejor producto que tiene Apple en estos momentos en su catálogo.

Sigues sin poder ampliar a posteriori, las actualizaciones de hardware al momento de comprarlo son carísimas y, todos los puertos están en la trasera (eso es un fastidio), pero me parece un gran equipo, incluso, para profesionales.

Y bueno, si nos vamos al básico, el del M2, no lo hemos podido probar, pero viendo cómo rinde el MacBook Air con M2 y teniendo en cuenta el precio de 719 euros de partida, me parece un auténtico caramelo. 

Eso sí, más que los 8 GB de RAM del modelo base, lo que va a limitar muchísimo son los 256 GB de almacenamiento. Pero bueno, ya sabemos cómo es Apple con esto…