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El truco viral del lápiz para que las cerraduras funcionen siempre como el primer día

Cerradura

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Hoy día vivimos rodeados de cerraduras, la cerradura del coche, de la puerta de nuestra casa, o incluso la cerradura de la taquilla de nuestro gimnasio favorito, y en más de una ocasión, seguro que se nos ha atascado la llave o nos ha costado más trabajo del normal abrir.

Esto es totalmente normal, porque con el uso este tipo de cerraduras suelen oxidarse y desgastarse, por lo que habrás comprobado que quizás la puerta de tu casa ya no se abre tan suave como al principio.

En este caso, sin necesidad de tener que cambiar la cerradura, se puede apostar por una serie de soluciones como comprar lubricantes ideales para las cerraduras que permitan que podamos abrir mejor que antes, aunque no es del todo recomendable.

Pero quizás lo que no sabías, es que una forma de lubricar las cerraduras es con grafito, un grafito que tienes disponible en un elemento común, que es probable que tengas en tu casa o incluso dentro del vehículo, y son los típicos lápices.

Así que lo que debes hacer, es sacar punta al lápiz, y luego frotar la punta del lápiz que está hecha de grafito con la llave para que queden pequeños residuos de la mina del lápiz entre los huecos de la llave.

Tras ello, teniendo cuidado de que no se caiga la mina del lápiz al suelo, introducimos la llave en la cerradura haciendo que los restos del grafito del lápiz queden en la parte interna de la cerradura.

Como el grafito es un lubricante seco, sirve para abrir la mayoría de las cerraduras si se atascan. 

Además, el no lápiz no solo es una barra de grafito, sino que también cuenta con grasa y arcilla, que son los ingredientes indispensables para que no se resista ninguna cerradura.

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