Olvídate de cambiarle la arena al gato: este arenero autolimpiable lo hace por ti
Si eres el feliz propietario de un gato, seguro que cambiarle la arena es una de las tareas que menos te gusta hacer. A nadie le gusta recoger excrementos, especialmente si tenemos en cuenta el fuerte olor de la orina de los felinos.
La tecnología nos hace la vida más cómoda y agradable en muchos aspectos, y este es uno de ellos. Y es que, por fortuna, a día de hoy tienes a tu alcance distintas herramientas que hacen esta tarea más fácil. Por ejemplo, el arenero inteligente de Xiaomi que reconoce y evita los malos olores, así como otros areneros autolimpiables que disponen de un sistema que recoge los excrementos por ti.
Si estás buscando una alternativa de estas características, el arenero autolimpiable iKuddle es una alternativa a tener en cuenta. Se trata de una caja cerrada con una abertura para que el gato pueda entrar, un diseño que le permite mantener los olores a raya y evitar que se propaguen por la habitación.
El dispositivo está equipado con una rejilla que, en el momento en el que el gato sale del arenero, filtra la arena, recogiendo los excrementos y arrojándolos en el compartimento recogedor. Cuando la autolimpieza se completa, el sistema te avisa a través de una app para el móvil.
Una vez que los excrementos han pasado al compartimento recogedor, lo único que tienes que hacer es tocar un botón en la aplicación para activar el sistema de embalaje automático. De esta forma, los residuos quedan sellados en una bolsa, listos para que cuando lo desees abras el compartimento y los retires de una forma totalmente higiénica.
Además, también cuenta con un sistema desodorizante que se compone de un filtro de carbón y de un ventilador. Al activarlo, el cajón se cierra y actúa durante cinco minutos, eliminando entre el 80 y el 90% de los olores.
El arenero autolimpiable de iKuddle está disponible para su reserva a través de la plataforma de crowdfunding Indiegogo. Puedes comprarlo a un precio de 297 eurosen este enlace.
Descubre más sobre Sandra Arteaga, autor/a de este artículo.
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