Decir palabrotas es síntoma de un vocabulario rico y fluido
Juan Carballo

A pesar de lo que mucha gente piensa, ser un mal hablado no es síntoma de poca inteligencia. Durante mucho tiempo se ha mantenido el estereotipo de que los que recurren a las palabras malsonantes lo hacen por falta de recursos lingüísticos. Un estudio ha revelado que, de hecho, es todo lo contrario. Las personas con un amplio repertorio de palabrotas son más propensos a tener un vocabulario más rico.
Los psicólogos Kristin Jay y Timothy Jay, del Marist College y la Universidad de Massachusetts respectivamente, formularon la hipótesis de que los malhablados poseen una mayor fluidez de lenguaje en general.

En un primer experimento reunieron una muestra de 43 participantes de edades comprendidas entre los 18 y los 22 años. Se les pidió que recitaran todas las palabras tabú que se les ocurriesen durante 60 segundos. A continuación, debían repetir la misma operación pero intentando citar animales. Los investigadores usaron los nombre de animales como un indicador de vocabulario y del interés de la persona por el idioma.
En el segundo experimento, se pidió a 49 participantes del mismo rango de edad, entre 18 y 22, que realizaran unas pruebas similares pero esta vez tendrían que escribir los tacos y también los nombres de animales. Al final, se mencionaron 533 palabras malsonantes durante el estudio.
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Los investigadores publicaron sus resultados en la revista Language Sciences. Encontraron que los participantes recurrían más a palabras expresivas y sonoras que a insultos, además descubrieron que no había diferencias de comportamiento significativas entre hombres y mujeres. “Los resultado no muestran una diferencia de sexo respecto a la riqueza léxica” informan los autores del estudio.
Por otra parte, se encontró que recurrir a palabrotas no era un índice de pobreza del lenguaje, es más, los datos reflejaron que la fluidez para decir palabras tabú se correlaciona positivamente con la fluidez verbal. “Es decir, un léxico rico en palabras malsonantes puede ser considerado como un indicador de la salud de las habilidades verbales en lugar de solo un recurso para cubrir las deficiencias” concluyen los investigadores.
Aunque el estudio se ha elaborado con una muestra muy pequeña, apenas 92 participantes, los resultados desafían el estereotipo dominante hasta el momento. En palabras del actor británico Stephen Fry: “esos repipis que creen que blasfemar es un signo de falta de educación o falta de interés verbal son unos ****** lunáticos”.
[fuente:sciencealert]
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