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Han descubierto una nueva y extraña clase de agujero negro

Íñigo Palacio

Agujero negro

DepositPhotos

Un grupo de astrónomos ha descubierto un agujero negro de un tamaño intermedio nunca antes visto. Hasta ahora solo se tenían pruebas de la existencia de los de envergadura supermasiva y de los de tamaño estelar.

Se tienen pruebas de la existencia de los agujeros negros de tamaño estelar, de los supermasivos y desde hace poco de los agujeros negros supermasivos enanos; pero hasta ahora nunca se habían encontrado indicios de la existencia de éstos en un formato intermedio

Es decir, se sabía de la existencia de agujeros negros supermasivos —ubicados en el centro de todas las galaxias— y de los que nacen con la muerte de una estrella, que son muchísimo más pequeños que los primeros. Pero faltaban pruebas de agujeros negros de tamaño intermedio entre éstos; un punto de unión en medio de la inmensa diferencia de masas.

Ahora, astrónomos de la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (AURA, por sus siglas en inglés) han actualizado y reafirmado los hallazgos publicados el pasado mes de noviembre en los que sugerían que un cúmulo de estrellas que orbitaban dentro de la galaxia de Andrómeda lo hacían alrededor de un agujero negro de unas 100.000 veces la masa del Sol.

Teniendo en cuenta la masa y la velocidad de movimiento de los cuerpos estelares que orbitan alrededor de un agujero negro los científicos son capaces de obtener la masa del mismo. Y lo han descubierto en Andrómeda (M31), nuestra galaxia vecina, a la insignificante distancia de 2,5 millones de años luz.

"Tenemos muy buenas pruebas de agujeros negros de masa estelar de hasta 100 veces el tamaño de nuestro Sol, y de agujeros negros supermasivos en el centro de galaxias que son millones de veces el tamaño de nuestro sol, pero no indicios de agujeros negros entre éstos", dice el astrónomo y coautor del estudio Anil Seth de la Universidad de Utah (Estados Unidos).

Así es como calcularon el tamaño de este nuevo descubrimiento que cambia algunas de las concepciones hasta ahora conocidas acerca de uno de los mayores misterios del universo, junto a la energía oscura y la materia oscura.

La investigación, publicada en The Astrophysical Journal, recoge que la ausencia de agujeros negros de tamaño intermedio era una incógnita ya que no se entendía que hubiera únicamente solo 2 clases y de tamaños tan dispares.

La pruebas que indican la presencia de estos agujeros negros intermedios sugieren también que su origen se remonta a ser el centro de una galaxia enana que fue absorbida en algún momento del pasado por Andrómeda al cruzarse en su trayectoria.

Se trata de un fenómeno no tan extraño ya que es relativamente normal que dos galaxias colisionen durante su movimiento por el espacio.

De hecho, la trayectoria de la Vía Láctea y de Andrómeda predicen que ambas colisionarán en un momento muy lejano en el futuro dentro de unos 5.000 millones de años, según recoge Scientific American. Nuestro Sistema Solar, situado en los arrabales de la espiral de nuestra galaxia, no se vería afectado por este coche intergaláctico.

Renuka Pechetti, astrónoma de la John Moores de Liverpool (Reino Unido),  investigadora principal y coautora de la publicación, cree que este fenómeno de colisión es la razón detrás de la existencia de estos agujeros negros intermedios.

Los datos y evidencias recogidos por la científica sugieren que la galaxia enana que contenía ese nuevo agujero negro tenía una masa de unas mil millones de masas solares. Un fuerte contraste con la masa de Andrómeda, de unos 1,5 billones de masas solares.

"Creo que este es un ejemplo bastante claro de que finalmente hemos encontrado uno de estos objetos", dice Pechetti.

En conclusión, se teorizaba sobre la posibilidad de que hubiera agujeros negros en núcleos despojados de menor masa, hasta ahora no se había encontrado pruebas directas que señalaran la existencia de uno.

Este artículo fue publicado en Business Insider España por Íñigo Palacio.

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