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El increíble vuelo en jetpack sobre la Estatua de la Libertad

Victor Perez Rodriguez

El increíble vuelo en jetpack sobre la Estatua de la Libertad

Casi un siglo después de que Buck Rogers utilizara la mochila propulsora, más conocida como jetpack, en las novelas escritas por Pilip Francis Nowlan, varios emprendedores intentan trasladar hoy esa tecnología al presente. Una de las últimas propuestas es JB-9, el jetpack desarrollado por Jetpack Aviation que ha debutado con un espectacular vuelo sobre la Estatua de la Libertad.

El sueño de volar con una mochila propulsora parece más cerca. O eso al menos es lo que promete Jetpack Aviation con el último modelo de su jetpack que llevó a uno de sus inventores, David Mayman, a volar durante diez minutos alrededor de la Estatua de la Libertad utilizando únicamente su mochila voladora, propulsada con dos motores de empuje vectorial y queroseno.

Unas imágenes espectaculares que hablan de la carrera que empezó hace casi un siglo por desarrollar un jetpack realmente seguro, autónomo y fiable. Incluso el ejército nazi probó una variante de estas mochilas voladoras durante la Segunda Guerra Mundial que fueron bautizadas bajo el nombre de Himmelstürmer.

Años más tarde apareció el Rocket Belt, una especie de cinturón volador muy espectacular pero que apenas podía mantenerse en el aire durante 20 segundos. El jetpack incluso hizo acto de presencia en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de 1984, sin que desde entonces se haya desarrollado un jetpack de especial utilidad.

Sin embargo la carrera parece haberse vuelto a reactivar durante la última década. De hecho, hace solo unos meses se presentó el Martin JetPack, una mochila voladora con una autonomía de 30 minutos que comenzará a venderse en 2016 a razón de 150.000 dólares por cada aparato. Su principal problema es evidente: es gigantesca, tan portátil como un piano, y resulta materialmente imposible andar con ella.

Más espectacular todavía es el aparato de Yves Rossy, un piloto suizo que ha inventado unas alas a reacción que le permiten volar a 300 kilómetros por hora y grabar escenas tan espectaculares como estas junto a un avión comercial sobre Dubái. Pero para volar necesita despegar desde una aeronave que ya esté en el aire y tienes tan pocas posibilidades de probar un aparato así como de viajar a la Luna.

Jetpack Aviation, sin embargo, ha enfocado su mochila propulsora en un público mucho mayor. El aparato ha sido desarrollado por un emprendedor australiano, David Mayman, que se ha pasado buena parte de su vida en el desarrollo de este jetpack que ha fabricado junto a Nelson Tyler, un ingeniero que ya estuvo en el equipo que trabajó en el cinturón volador de los Juegos Olímpicos de 1984.

El resultado es el JB-9 Jetpack, una mochila propulsora con un aspecto mucho más parecido al que hemos visto durante décadas en novelas, cómics y películas de ciencia ficción. El aparato es relativamente pequeño, cabe en la parte de atrás de cualquier coche, y permite cierta movilidad al piloto sobre la tierra, pudiendo moverse sin demasiadas complicaciones incluso cargado de combustible.

El Jetpack JB-9 vuela gracias al queroseno y quema alrededor de 4 litros por minuto, teniendo una autonomía media de unos 10 minutos, aunque la cifra exacta depende fundamentalmente del peso del piloto. Por supuesto, el jetpack tiene en cada uno de sus extremos una turbina que proporciona el empuje hacia arriba. 

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Los creadores explican que el jetpack JB-9 está limitado a una velocidad de 55 nudos o, lo que es lo mismo, algo más de 100 kilómetros por hora, aunque aseguran que alguno de sus prototipos tiene la capacidad de alcanzar los 200 kilómetros por hora en horizontal.

A pesar de haber recibido varias ofertas para comenzar a vender el jetpack a nivel comercial, Mayman prefiere ir paso a paso. "Quiero ser consciente de en manos de quién acaba cada aparato", explica en declaraciones a GizMag. Durante los próximos meses espera ademásd esarrollar un dispositivo que sea capaz de estabilizar automáticamente a la mochila propulsora en el aire, lo que según él no está muy lejos de conseguir.

El jetpack JB-9 llegará a medio o largo plazo al consumidor aunque todavía es un misterio cuál será su precio de venta, al que luego se sumará la inversión en combustible para mantenerlo en el aire. De momento, habrá que conformarse con el vuelo del JB-9 Jetpack sobre la Estatua de la Libertad.

[Fuente: GizMag]

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