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La mala ventilación puede afectar a tus habilidades cognitivas

Andrea Núñez-Torrón Stock

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Una nueva investigación de la Escuela de Salud Pública de Harvard encuentra una correlación entre la calidad del aire de las oficinas y la función cognitiva de los trabajadores. Las tasas de ventilación bajas y la elevada concentración de partículas contaminantes se relacionaron con un rendimiento reducido de los empleados, según el estudio internacional.

¿Se ventila tu oficina lo suficiente? Hoy no toca hablar de coronavirus, sino de tu cerebro: la mala calidad del aire de tu espacio de trabajo afecta directamente a tus habilidades cognitivas, tal y como confirma un reciente estudio internacional elaborado por la Universidad de Salud Pública de Harvard. 

Publicada en Environmental Research Letters, la investigación halla que las tasas de ventilación bajas y los niveles altos de partículas contaminantes están relacionados con una menor función cognitiva de los trabajadores. 

En los últimos años, el trabajo científico ha puesto la lupa sobre la contaminación al aire libre —que afecta a 7 de cada 10 personas en el mundo— para conocer cómo esta afecta a la inteligencia, al estado de ánimo, a la productividad o a la capacidad de concentración. 

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Hasta la fecha, el grueso del trabajo se centra en el vínculo entre la función cognitiva y la exposición al en exteriores a largo plazo a partículas finas (PM2.5). Entre las conclusiones, se sabe que la contaminación reduce la inteligencia, aumenta la posibilidad de depresión y contribuye a la fatiga mental. 

Pero los efectos del aire contaminado en interiores no habían sido particularmente hasta la fecha: para este estudio fueron reclutadas más de 300 sujetos de 7 países, involucrando más de 40 edificios de oficinas. 

Tal y como explican desdeNew Atlas, se dispusieron en cada espacio de trabajo sensores ambientales que rastreaban los niveles en tiempo real de PM2.5, CO2, temperatura y humedad relativa. Al pasar ciertos umbrales se asignaba a cada participante una serie de pruebas cognitivas. 

A mayor contaminación, menor precisión en las respuestas

Cuando los niveles de dióxido de carbono y partículas PM2.5 y CO2 se incrementaron en interiores, los tiempos de respuesta en ambas pruebas cognitivas se ralentizaron, y también disminuyó la atención, el control inhibitorio y la precisión. 

"Los hallazgos muestran que los aumentos en los niveles de PM2.5 se asociaron con reducciones agudas en la función cognitiva", explica uno de los autores, José Guillermo Cedeño Laurent. Es importante ya que es la primera que se comprueban estos efectos a corto plazo en adultos jóvenes.

Joseph Allen, otro de los responsables del nuevo estudio, ha defendido en los últimos años la importancia de diseñar edificios saludables y mejorar la calidad del aire interior. Con la pandemia, el interés se ha acrecentado en este aspecto. 

Pero no es la única consecuencia recientemente descubierta: nuevos datos presentados esta semana en Reino Unido advierten de que una mala ventilación puede aumentar el riesgo de que los trabajadores sufran ataques de asma. 

"La gente no tolerará los edificios enfermos, donde te sientes cansado, te pican los ojos, te duele la cabeza o estás metido en una oficina como un armario sin ventanas. Esa era se acabó. Con razón, y buen viaje", apostilla Allen en una reciente entrevista a la revista Science. 

Este artículo fue publicado en Business Insider España por Andrea Núñez-Torrón Stock.

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