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Masticar más despacio ayuda a adelgazar, según un estudio

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Comer deprisa está completamente desaconsejado por los médicos y no es nada bueno para nuestro organismo. Además, si estás a dieta y te gustaría adelgazar, tienes un motivo más para masticar despacio, ya que un estudio reciente sugiere que reducir la velocidad a la que ingerimos los alimentos puede ayudar a perder peso.

Esta investigación la ha llevado a cabo un equipo de investigadores de Japón, que ha analizado los datos de salud de más de 59.700 personas durante cinco años, entre 2008 y 2013. La información de cada paciente recogía las respuestas a una serie de preguntas relacionadas con su estilo de vida, incluyendo si comían rápido, normal o lento, si picaban después de cenar tres veces o más a la semana, o si se saltaban el desayuno con una frecuencia igual o superior a tres veces semanales.

Los resultados del estudio revelan que el 21,5% de los pacientes que comen despacio son obesos, en comparación con casi el 30% de los que comen normal y el 45% de los que comen rápido. Mientras que los que mastican despacio tienen un IMC promedio de poco más de 22, los que ingieren a una velocidad normal tienen un IMC de 23,5, y los que comen rápido de 25. Además, la circunferencia media de la cintura también se incrementa a medida que aumenta la velocidad del masticado.

Un análisis más detallado de los resultados de este estudio revela que comer despacio ayuda a adelgazar, especialmente si esta práctica está acompañada de dormir las horas adecuadas, de no saltarse el desayuno con regularidad y de no cenar habitualmente inmediatamente antes de acostarse. No obstante, la investigación tiene algunas limitaciones, que son que se enfoca en los participantes con diabetes tipo 2, que hay pocos individuos de avanzada edad y que no tiene en cuenta los niveles de ejercicio físico o cantidad de alimentos consumidos.

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"La velocidad a la que muchas personas devoran sus alimentos es, sin lugar a dudas, un factor contribuyente a la obesidad", afirma Tam Fry, presidente del Foro Nacional de la Obesidad. "A las personas que comen rápido les lleva más tiempo sentirse saciadas porque no les da tiempo a las hormonas intestinales a decirle al cerebro que deje de comer. Comer con rapidez también causa mayores fluctuaciones de azúcar en la sangre, lo que puede llevar a la resistencia a la insulina".

[Fuente: BMJ Journals]

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Etiquetas: Alimentación, Salud