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El turismo masificado, un gran problema global: ¿existe alguna solución?

Alicia Ruiz Fernández

Turismo masificado

La industria de los viajes muestra gran preocupación en torno al exceso de turismoque provoca problemas en determinados lugares, que se han convertido en ‘parques de atracciones’ turísticos y hacen que la vida en sus calles se haga cada vez más difícil para sus vecinos.

Este grave problema se puede denotar por las estrictas medidas que se han debido tomar por ejemplo en la ciudad de Madrid respecto al alquiler de viviendas de Airbnb, que hacen que este dinero en muchas ocasiones salga fuera del país y los hoteles pierdan clientes, y que encarecen los alquileres para los habitantes.

Otro ejemplo es la prohibición reciente y necesaria que anunció Tailandia, explicando que debían echar el cierre a la playa Maya Bay, famosa por la aparición de Leonardo Di Caprio en ella en la película The Beach, ya que su ecosistema se había visto gravemente dañado a causa de la gran masa de turistas que pasaba por su costa a diario.

Los países más peligrosos para los turistas

El jefe del Plan Estratégico de Turismo del Ayuntamiento de Barcelona Albert Arias afirma que las principales inconveniencias causadas por el turismo son la aglomeración en las calles y el crecimiento del mercado de alquiler a extranjerosque deja muy pocas casas para los residentes, ha explicado a la CNN.

Los expertos afirman que las redes sociales afectan directamente a esta idea de ‘overtourism’, como por ejemplo Instagram, que muchas veces provoca que haya saturación de turistas que únicamente viajan para sacarse una foto en un lugar específico y que no fomentan un turismo sostenible sino masificado.

Un claro ejemplo de la masificación de turistas que provocan presión en sitios turísticos, causando daños ambientales y cambios en las actitudes de los ciudadanos, puede ser Machu Picchu, enclave declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y una de las nuevas siete maravillas del mundo.

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El Centro para Viajes Responsables (CREST) y el Instituto Internacional de Estudios de Turismo de la Universidad de George Washington han llevado a cabo una reunión en la que han juntado a algunos expertos en turismo de diferentes países, como los de Islandia y Perú, en el día Mundial del Turismo, y estos han explicado lo que ocurre en sus regiones.

Sarah Miginiac, gerente de la compañía de aventuras G adventures en Sudamérica, ha afirmado en la charla que “no es malo promover el turismo. En realidad queremos que el país reciba más visitantes. Por lo tanto, no es malo que  las redes sociales ayuden a poner a Machu Picchu en Perú en el mapa”. Pero añade, que además de Machu Picchu hay numerosos lugares en Perú que son admirables de ver: “Machu Picchu es una atracción icónica, pero hay tanto que ver, tantas otras ruinas incas de las que la gente realmente no habla”.

El problema es que las redes sociales a veces pueden fomentar un turismo en determinados lugares que en muchas ocasiones no resulta beneficioso para esas regiones al masificarse, y deja a otros lugares sin turismo.

Por ejemplo, en Islandia hay varios enclaves naturales que se han hecho famosos en los últimos años y que no están preparados para soportar la llegada de una multitud de turistas: “De repente, una cascada que está algo escondida y no mucha gente ha acudido a ella se vuelve muy popular, porque ha habido alguna publicación de celebridades en una red social o aparece como escenario de una serie de televisión popular”, explica María Reynisdóttir, del Departamento de Turismo de Islandia.

Por tanto, esto causa que “mucha gente comience a visitar ese paraje, pero el sitio no está listo para el paso de tanta gente. Entonces, debes reaccionar rápido, pero eso no siempre es posible”, dice Reynisdóttir.

Es decir, es necesario un control del turismo para que este sea sostenible y los habitantes no sufran un empeoro de su nivel de vida a causa de las masificaciones y la subida de precios.

El turismo en masa no beneficia a todo el país

Turistas paseando por la ciudad

Muchas veces se implantan unos servicios específicos para los turistas en determinados lugares de gran interés patrimonial, pero el resto de la región sigue sin encontrar el desarrollo ni el beneficio que producen esa llegada masiva de turistas, como afirma Miginiac en relación con Machu Picchu:

“Hay comunidades en todo Machu Picchu, que en realidad no están viendo los beneficios de Machu Picchu. Así que eso es un efecto de ‘overtourism’ donde tienes turistas que van en grandes autobuses de grupos grandes a Machu Picchu, usando compañías que no necesariamente comparten su riqueza con las comunidades locales y eso crea conflicto social con la población, porque consideran que Machu Picchu es suyo, esa es su propia cultura, esos son sus propios antepasados ​​y no ven los beneficios de ello.”

Por ello hay numerosos movimientos de autogobierno en el pueblo de Aguas Calientes (Machu Picchu), para que el dinero no salga de estas regiones y vaya a parar a manos de grandes empresarios, que son los más beneficiados con el turismo en masa.

Así ocurre por ejemplo con los trenes que van a Machu Picchu, que pertenecen a una empresa chilena la cual ostenta el monopolio del único transporte que da acceso a la ciudadela (a no ser que se vaya caminando), ya que no hay carreteras posibles para llegar hasta allí.

¿Cuál es la solución?

El 76,2% de los turistas españoles ha realizado un viaje gastronómico en los últimos dos años.

La mejor solución para conseguir que haya un turismo sostenible es que los gobiernos, las empresas locales y las de turismo trabajen en el mismo bando y se apoyen los unos a los otros.

“En términos del sector privado, todos estamos reunidos en asociaciones comerciales y tratamos de trabajar junto con el gobierno para crear nuevas vías de acceso a Machu Picchu”, afirma Miginiac.

Por su lado, Islandia ha creado un plan de protección del sitio turístico actual, llamado Fondo de Protección de Sitios Turísticos “para tratar de distribuir los flujos turísticos y hacer nuevas atracciones”, explica Reynisdóttir.

Es decir, fomentar el turismo sostenible es necesario para que las regiones puedan obtener beneficios de los visitantes sin dañar su bienestar y su ecosistema ni perder su cultura a causa de complacer al turismo en masa.

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