A estas alturas del siglo XXI resulta incomprensible que existan techos invisibles que discriminan a las mujeres a la hora de recibir un sueldo equitativo por el mismo trabajo que un hombre, o triunfar como directoras de cine, chefs de alta cocina o diseñadoras de moda. No es que no existan mujeres en estas profesiones, pero cuando consultas las listas de los mejores directores, cocineros o diseñadores de la historia, hay cosas que no cuadran...

Esta semana se ha estrenado la película Wonder Woman, dirigida por la directora Patty Jenkins y protagonizada por la actriz Gal Gadot. En el papel de la superheroina Diana, es la princesa de un pueblo de amazonas que vive en una isla llamada Themyscira, donde ha sido entrenada desde la infancia para convertirse en una luchadora invencible y salvar al mundo de una guerra mundial.

Wonder Woman ha recaudado 100,5 millones de dólares en sus primeros seis días de proyección en Estados Unidos, convirtiéndose así en el mejor estreno de la historia de un filme dirigido por una mujer. Ha superado a 50 Sombras de Grey, dirigido por Sam Taylor-Johnson, que recaudó 85 millones de dólares. A estos 100,5 millones de recaudación doméstica hay que unir los 122,5 millones en el resto del mundo, para un total de 223 millones de dólares en menos de una semana.

Si aún no lo has visto, este es uno de sus últimos trailers:

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Wonder Woman es la primera película moderna de superhéroes protagonizada enteramente por una mujer. Rompe también con el estilo cada vez más oscuro y visceral de las actuales películas de superhéroes, en donde los buenos no son tan buenos e incluso los villanos se convierten en carismáticos protagonistas.

La Mujer Maravilla supone el regreso del superhéroe clásico, una buena persona por naturaleza que se enfrenta al mal porque considera que es su deber hacerlo. Un retorno al Superman de Christopher Reeve, en unos tiempos en los que la Humanidad ha perdido todas las referencias éticas y morales. Un mundo en donde las pautas las marcan un puñado de terroristas que afirman representar a más de 1.300 millones de personas, y unos políticos interesados en aprovecharse de eso para promocionarse e imponer sus propios intereses retrógrados y su sectarismo.

En estos tiempos convulsos hacía falta una película de superhéroes como Wonder Woman, que nos recuerde cuales son los verdaderos valores éticos y morales de las personas. ¿Podrá reconstruir el cine aquello que han destruido los políticos y la información corrompida de Internet?

[Fuente de los datos de taquilla: ComingSoon]