Ford aumenta en 20.000 de dólares su inversión para el coche eléctrico. De esta forma, la compañía estadounidense acelera su ofensiva eléctrica, después de anunciar 22.000 millones de dólares (18.000 millones de euros) y otros 185 millones para una planta de baterías. 

En Detroit están dispuestos a tirar la casa por la ventana para convertirse en uno de los fabricantes referentes en movilidad eléctrica, tal y como recogen los compañeros de Business Insider. 

La compañía dirigida por Jim Farley va a añadir 20.000 millones de dólares (unos 17.700 millones de euros) a los 22.000 millones ya anunciados, repartidos en un plazo de cinco a diez años. 

Esta cantidad de dinero no solo irá destinada al desarrollo del coche eléctrico, sino también para adaptar las fábricas donde se producen vehículos de gasolina para que puedan construir vehículos eléctricos, según ha desvelado la agencia Bloomberg. 

Ford aumenta en 20.000 millones de dólares su inversión para el coche eléctrico

Al frente del ambicioso proyecto de Ford, estará Doug Field, quien fuera Vicepresidente de Proyectos Especiales de Apple hasta el pasado mes de septiembre y responsable del desarrollo del coche eléctrico de la empresa, el Apple Car, aunque la compañía de Tim Cook nunca lo reconoció abiertamente. 

Según recoge Bloomberg, la marca del óvalo pretende dedicar una parte de su negocio de coches eléctricos para crear una nueva compañía capaz de conseguir financiación externa, aprovechando el interés de muchos inversores por las startups enfocadas en el coche eléctrico. 

La nueva compañía se centraría en el desarrollo de coches eléctricos de menos volumen, mientras que Ford seguiría encargándose de los modelos de masa. Este plan estaría apoyado con la contratación de nuevos ingenieros especializados en áreas de software, inteligencia artificial o química de baterías, entre otras. 

¿Y qué pasa con Almussafes?

Mientras Ford acelera su estrategia eléctrica, la planta de Almussafes permanece a la espera de recibir la asignación de los modelos eléctricos que aún no tienen un destino definido. 

En este sentido, la directiva de la fábrica y UGT, el sindicato mayoritario entre los trabajadores de la planta, llegaron a un acuerdo a finales de enero, cuyo contenido aún no ha sido desvelado, pero ambas partes se comprometieron a hacerlo público para que se sumen el resto de representantes de los trabajadores. 

Dicho acuerdo será traslado a Detroit con el objetivo de conseguir que se asigne a Almussafes la fabricación de esos modelos eléctricos, cuya fabricación aún no cuenta con un destino fijado. La planta valenciana tendrá como principal rival la fábrica de Saarlouis, en Alemania. 

Este artículo fue publicado en Autobild por Álvaro Escobar.