Para reducir la altísima contaminación en las ciudades, los ayuntamientos y gobiernos están usando varios métodos: ayudas a la compra de vehículos poco contaminantes, e impuestos y restricciones a los que más contaminan.

Hasta ahora el método más usado ha sido restringir el paso a los vehículos más contaminantes en el centro de las ciudades, como ocurre en la famosa zona Madrid Central.

Pero en Cataluña han ido un paso más allá, tal como nos cuenta Álvaro Escobar en Auto Bild. La Generalitat estrenó el 15 de septiembre el impuesto al CO2, que obliga a pagar un impuesto por contaminar a 1.650.342 conductores. ¿En qué consiste el impuesto al CO2 catalán? ¿Cuánto hay que pagar? ¿Podría implantarse en otras comunidades?

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El impuesto al CO2 afecta a los dueños de los vehículos que emiten más de 120 gramos de CO2 por kilómetro a la atmósfera, y es un impuesto anual. El año que viene se reducirá a 95 gr/km.

Quedan exentos las motocicletas, los coches eléctricos, los vehículos de más de 3,5 toneladas, camiones, autocares, coches clásicos e históricos, coches oficiales, y vehículos autorizados para el transporte de nueve personas (incluyendo el conductor).

El impuesto depende de lo que contamine el coche, según esta tabla:

• De 120 a 140 gr/km - 0,85 euros/gramo emitido
• De 140 a 160 gr/km - 1 euro/gramo emitido
• De 160 a 200 gr/km - 1,2 euros/gramo emitido
• Más de 200 gr/km - 1,4 euros/gramo emitido

Por ejemplo, un coche que contamine con 121 gr/km tendrá que pagar 121 x 0,85 euros = 102,85 euros al año.

En cambio si contamina 200 gr/km, la cantidad sube a 200 x 1,4 euros = 280 euros al año.

Los ciudadanos catalanes pueden comprobar cuánto contamina su coche y lo que tienen que pagar, en esta web.

Con este impuesto al CO2 la Generalitat espera recaudar unos 65 millones de euros al año. Todo el dinero se destinará integramente al Fondo Climático y al Fondo del patrimonio natural de la administración autonómica.

Se invertirá en mejorar el entorno y el transporte público, fomentar las energías renovables y los vehículos limpios, así como impulsar la movilidad sostenible, la gestión de los parques naturales y la investigación.

No hay que descargar que este impuesto de la Generalitat se aplique también en otras comunidades con un alto índice de contaminación.

En España los coches contaminan una media de 123 gr/km, así que tendrían que pagar el impuesto más de la mitad de los propietarios.