La consola de videojuegos, smart TV, el decodificador de TV por internet, el disco NAS, los ordenadores. Cada vez hay más dispositivos que necesitan conectarse a Internet, y las conexiones por WiFi no siempre son posibles por lo que, más pronto que tarde, terminarás por quedarte sin puertos Ethernet disponibles en el router.

La llegada de la televisión a través de internet ha acelerado este proceso ya que el decodificador necesariamente ocupará un puerto en tu router. Si a eso le sumas una consola de videojuegos, un PLC para distribuir la señal WiFi por toda tu casa y un disco NAS que actúe como servidor de contenidos para tu Smart TV, tu router probablemente ya tendrá todos sus puertos ocupados, por lo que las opciones de conexión por cable quedan seriamente limitadas.

D-Link propone una forma sencilla de ampliar el número de puertos disponibles en tu red, al tiempo que mejora su rendimiento cuando utilizas servicios de televisión por internet (IPTV). El switch D-Link DGS 105 permite ampliar en cinco puertos la capacidad de tu router, mientras que el D-Link DGS 108 lo hace con ocho puertos.

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Switches Gigabit Plug & Play: tan fácil como conectar y usar

Un switch es un dispositivo que permite ampliar el número de puertos Ethernet de tu router, direccionando el tráfico a los respectivos dispositivos que le conectes.

Los switches D-Link DGS 105 y DGS 108 permiten ampliar en cinco y ocho puertos respectivamente la capacidad de conexión a tu red LAN, y lo hacen ofreciendo una velocidad de conexión Gigabit para exprimir al máximo tu conexión de fibra óptica.

Añadir un switch D-Link DGS 105 o D-Link DGS 108 a tu red local es realmente sencillo ya que estos modelos son Plug & Play. Es decir, que basta conectar el switch mediante un cable de red a uno de los puertos Gigabit de tu router y se configurará automáticamente para ampliar el número de puertos con capacidad Gigabit disponibles.

Además, muchos routers antiguos solo cuentan con un puerto a velocidad Gigabit, por lo que al usar uno de estos switches ampliarás la capacidad de conexión de tu red a 1.000 Mbps. Ningún dispositivo limitará la velocidad de conexión si tienes contratada una tarifa de fibra óptica de hasta 1 Gbps.

La receta mágica para evitar la saturación de tu red

Los servicios de contenido en streaming y de televisión por internet o IPTV se han popularizado durante los últimos años por la gran cantidad de contenidos que ofrecen y por estar basada en contenidos a demanda.

Es decir, ves los programas y series que más te gustan, cuando tú quieres y en calidad 4K. Sin embargo, la transmisión de contenido IPTV puede tener un gran impacto en tu red doméstica, pudiendo llegar a ralentizar toda la red haciendo que el resto de las conexiones no aprovechen el ancho de banda, sobre todo las conexiones WiFi.

La televisión por internet, así como los juegos online, utilizan la transmisión multicast. Este protocolo de transmisión distribuye el contenido por todos los canales disponibles en la red, incluso cuando los dispositivos no están consumiendo esos datos, lo cual consigue que el ancho de banda se resienta.

Los switches D-Link DGS 105 y D-Link DGS 108 son los únicos de su segmento que incluyen tecnología IGMP Snooping (Internet Group Management Protocol) que impide que el tráfico multicast se distribuya por toda la red, y solo enviará el contenido a aquellos dispositivos que lo soliciten.

Al utilizar estos switches de D-Link, el ancho de banda en el resto de canales que no están recibiendo ese contenido en streaming o de juegos online en 4K, quedan liberados de esa carga, por lo que se acelera su velocidad de conexión permitiendo aprovechar mejor la velocidad de internet contratada.

La conexión WiFi es comodidad, pero la velocidad viaja por cable

Una de las principales virtudes de la conectividad WiFi es la libertad que ofrece poder estar navegando desde cualquier lugar de tu casa sin tener que depender de la longitud de un cable. Esto es innegable.

No obstante, esta opción no siempre es la más adecuada para todos los dispositivos o para todos los escenarios de uso.

Por ejemplo, los discos de red o los discos NAS no permiten conectarse a la red mediante WiFi, por lo que para incorporar estos dispositivos a tu red local necesitarás tener un puerto Ethernet disponible en tu router y, además, este puerto debería ser Gigabit ya que de hacerlo vía WiFi se eternizaría la transmisión de grandes volúmenes de datos.

De hecho, incluso las transmisiones de contenido en streaming a alta resolución se resienten al utilizar contenido WiFi. Estas transmisiones necesitan una mayor velocidad para que los grandes volúmenes de datos de la señal 4K lleguen al dispositivo a tiempo.

Las conexiones por cable son especialmente eficientes en ese aspecto. Es cierto que no son tan cómodas como la conexiones WiFi, pero son la solución perfecta en los casos concretos en los que se necesita la máxima velocidad para mover grandes cantidades de datos.

Jugar online o ver contenidos en 4K UHD son algunos de los supuestos en los que es mejor utilizar redes LAN en lugar de redes WiFi que, en contrapartida, son más cómodas para navegar cómodamente desde el sofá con tu smartphone o con el portátil.

¿Y si necesitas transmitir un gran volumen de datos a tu disco NAS pero tu ultrabook no cuenta con un puerto Ethernet? Incluso en esos casos tan específicos, la mejor respuesta pasa por el cable de red, aunque en esos casos es probable que necesites la ayuda de un adaptador de USB tipo C a puerto Ethernet con compatibilidad para velocidades Gigabit. Solo de ese modo, podrás acceder a todo el contenido de tu red a la máxima velocidad