La grabación de sonido es un mercado que hasta hace 30 años estaba vetado solo para usuarios con mucho dinero y que eran capaces de poder comprarse material de estudio o alquilarlo para ese fin.

La llegada de los DAWs y la popularización de formatos como los podcasts ha conseguido democratizar precios y ahora con muy poco dinero cualquiera puede hacer una grabación con una calidad que hace 30-40 años solo era posible en esos estudios.

Ello es posible a que no necesitas habitaciones tratadas acústicamente si tienes micrófonos como el SM7b, un micrófono dinámico muy sensible. El nivel de ruido de este micrófono es muy bajo, pero también lo es su señal, por lo que tendremos que necesitar preampliflicadores (cloudlifters) o bien una interfaz con preamplificación de calidad que sea capaz de levantar alrededor de 50dB.

Como puedes imaginar si el micrófono ya tiene un coste de más de 350 euros, eso implica una inversión adicional tanto en amplificadores en línea como en una interfaz de audio de calidad, lo que sube la inversión hasta unos 550 euros.

Shure ha conseguido saltarse ese paso de preamplificación con su nuevo SM7dB, que integra un amplificador en el propio micro que se alimenta desde la corriente Phantom del cable de audio y que permite dos niveles de amplificación a muy bajo ruido.

Características del micrófono SM7dB

Sin amplificación estamos ante exactamente el mismo SM7b con el que, por ejemplo Michael Jackson grabó una de sus canciones. 

Es un micrófono dinámico con patrón cardioide que tiene una buena cancelación de ruido tanto de los sonidos laterales como posteriores e incluso de sonidos de manipulación.

Como micrófono dinámico, no necesita ninguna alimentación Phantom, polar cardiode. Ese tipo de alimentación se envía por el cable desde la interfaz hasta el micro para modelos de condensador, que tienen que cargar el mismo para poder registrar audio.

Shure ha integrado un preamplificador que utiliza dicha energía para ser capaz de levantar la señal -18dB o -28dBs sin prácticamente meter ruido.

Shure sigue manteniendo en la parte trasera los controles para amplificar los graves o la parte más alta que da brillo a la voz. Se pueden configurar de manera independiente en el propio micrófono.

Perfecto si no tienes una interfaz tope de gama

Las interfaces de audio son una tarjeta de sonido de toda la vida con entradas y salidas de audio. En particular, con una entrada de audio para micrófono XLR es lo necesario para conectar este micro a tu ordenador.

Estas interfaces suelen tener unos previos para micro que son capaces de levantar la señal de audio en la mayoría de casos hasta 25 - 30dBs sin meter ruido a la señal, pero, pasar de ahí suele implicar que cuanto más amplifiques más ruido se añadirá a la señal.

Micrófonos dinámicos como el shure SM7b ofrecen una señal de salida muy baja y una amplificación de la misma con una interfaz de baja calidad no sacará a relucir las bondades del mismo, sino que tendrá un ruido alto y sonará incluso peor que casi el micrófono de tu portátil.

Por ello existen soluciones conocidas como amplificadores en línea, previo de micro o cloudlifter que permiten una amplificación previa a tu interfaz de audio con un sistema de alta calidad y bajo ruido. Esto ayuda a que tu interfaz pueda trabajar en su rango seguro y sin ruido.

Shure SM7dB tiene ese amplificador en línea dentro de su cuerpo y dos configuraciones de amplificación disponibles +18dB y +28dB.

Os dejo aquí unos ejemplos utilizando una grabadora Zoom H4 como interfaz de audio, para que escuchéis la señal original y qué pasa cuando se amplifica desde los previos de esta grabadora, como con la mayoría de interfaces con previos de micro justitos. 

Para poder apreciar el ruido y diferencia de calidad recomiendo el uso de auriculares:

Eso es lo que se conoce como meter ruido en la señal, ya que estás amplificando tanto la señal como el ruido de base.

Veamos ahora qué sucede si amplificamos con el previo del micro, y bajamos la ganancia de los previos de la grabadora, tanto en 18 como en 28 dBs, igualando niveles.

La calidad de la señal-ruido mejora considerablemente siendo una señal más limpia y casi sin ruido de fondo. Lo más interesante es, además, las propiedades del micrófono que no es tan permeable a ecos o ruidos de ambiente o ruidos de manipulación como sí sucede con otros.

Si tienes una interfaz de calidad no lo necesitas

Y bueno, también he probado con el RodeCaster II Pro y con el previo del micro apagado, vs con el previo al 18 dB y el precio al 28 dB, igualando niveles para ver la diferencia de ruido.

Así que como ves no es necesario este modelo en particular si tienes una interfaz que es capaz de levantar la señal unos 40 dBs sin ruido gracias a sus previos.

De hecho, el precio de un SM7b sumando un cloudlifter es bastante más económico que este modelo que ya lo trae incluido. Shure lo vende a un precio de 570 euros en Amazon, cuando el SM7b se vende por 389 euros y un previo de línea tipo cloudlifter como los que ofrecen otros como los Fethead (+27dB) puedes conseguirlos por menos de 70 euros.

Desde mi punto de vista es complicado justificar una inversión en este tipo de dispositivo si no vas a dedicarte profesionalmente a ello. Para un uso esporádico, hay muchas opciones en el mercado, que te ahorrarán varios cientos de euros y te darán buen resultado.