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Militares gastaron más de 2 millones de dólares en consolas de videojuegos, y no para jugar al Call of Duty

En el momento de su ciclo comercial, hace más de diez años, el ejército de EEUU puso sus ojos en PlayStation 3, y no precisamente para echarse una partida a Call of Duty

Soldado jugando a la consola

Generado con IA

Foto del redactor Enrique Luque de GregorioFoto del redactor Enrique Luque de Gregorio

Desde los tiempos de los arcades clásicos, el mundo de los videojuegos siempre ha estado a la vanguardia tecnológica. Al fin y al cabo, el esfuerzo por estar siempre a la última e imponerse a la competencia ha ido obligando (en ocasiones demasiado, quizá) a que nadie pueda quedarse atrás dentro del sector. Y con las videoconsolas, siempre ha sucedido algo similar.

Lo que no todo el mundo sabe es que hace ya más de una década, el ejército de Estados Unidos puso su interés precisamente en una consola de Sony, PlayStation 3, pero no precisamente para echarse unas cuantas partidas a God of War o Uncharted, sino con un fin complemente distinto: utilizar su tecnología para desarrollar un proyecto que tenía al ejército detrás. 

PS3, el arma definitiva

PlayStation 3

Como hay que situar este hecho hace ya un par de generaciones, es mejor situares. PlayStation 3 o PS3 fue una consola sumamente exitosa, a pesar de que no tuvo unos comienzos fáciles. Quizá Sony se confió o pecó de pretenciosa tras el enorme tirón de su antecesora, PlayStation 2 (la consola más vendida de todos los tiempos), y se lo tomó con demasiada calma. 

El caso es que Microsoft y su Xbox 360 le comieron la tostada a Sony al comienzo de esa generación. PS3 salió tarde, cara y para colmo no era compatible con los juegos de la generación anterior. Pero por si todo eso fuese poco, muchas compañías se quejaron de lo complicado que resultaba programar para ella (un error que otras desarrolladoras como Sega ya habían cometido antes). 

En cualquier caso, ninguna de estas circunstancias fue impedimento para que, en primer lugar, Sony lograra revertir la situación y terminar la generación muchísimo mejor de lo que la había comenzado, y en segundo, para que el ejército de los EEUU pusiera sus ojos en la máquina. ¿Con qué intención? Pues con el objetivo de crear un superordenador de uso militar. 

Este ingenio, que se conoció como Condor Cluster, tenía diversos fines, como por ejemplo procesar imágenes recibidas previamente por los satélites de la primera potencia del mundo, o mejorar sistemas de radar e inteligencias artificiales (algo que ahora está de moda). Para ello, el Gobierno compró nada más y nada menos que 1.760 de consolas PlayStation 3. 

La consola de Sony “barata”

Sobre el papel, el proyecto parecía de lo más ambicioso, ya que para llevarlo a cabo y comprar tantas máquinas, el Gobierno tuvo que desembolsar nada más y nada menos que dos millones de dólares. No obstante, al contrario de lo que podría parecer, lo hizo para ahorrar dinero, en realidad. 

Hay que tener en cuenta que la consola (y sus preciados componentes) costaban en aquel entonces alrededor de 400 euros (luego bajaría, claro). Un coste mucho más asumible que hacerse con algunas piezas imprescindibles que, compradas de forma independiente, hubiese aumentado la factura en bastantes miles de euros por cada unidad. 

Una historia cuanto menos curiosa, y que demuestra que las consolas de Sony han tenido una relación real con el ejército de EEUU, y no solo en los juegos como Call of Duty.  

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Etiquetas: Videojuegos, Sony