Es bastante frecuente que, si compraste un portátil hace ya 5 años, te encuentres con bastantes problemas a la hora de lanzar videojuegos cuyas especificaciones técnicas superan las de tu humilde ordenador.

Llegados a ese punto, la única manera de poder jugar sin tener problemas sería apostar por comprar un nuevo PC o dispositivo, con la consiguiente inversión de dinero –que no suele ser poca en este tipo de terminales–.

Ahora bien, ¿y si te dijera que puedes tener un PC con las últimas especificaciones sin tener que dejarte una gran cantidad de dinero?

Esto es lo que ofrece Shadow PC, un servicio en la nube que simula el ordenador que elijas en cualquier tipo de dispositivo. Como lo has oído: podrías lanzarlo en cualquiera con acceso al servicio, ya sea móvil, PC, TV...

Tiene varias configuraciones, aunque nosotros hemos probado una de las más potentes. Aquí puedes ver la diferencia entre el portátil que hemos usado y Shadow PC.

Lo único que se necesita es buena conexión a Internet

Como puedes ver en las especificaciones, tanto el procesador como la RAM y la gráfica elegida cambian considerablemente, con lo cual la potencia del Shadow PC se hace notar desde el primer momento.

Al descargarnos el servicio en nuestro portátil y abrir la aplicación de Shadow, nos da la bienvenida una interfaz muy intuitiva. Así, no tendrás que saber de tecnología a nivel técnico para usarlo.

Desde el menú principal, podemos configurar valores como la resolución de la pantalla, como el ajuste automático a la de tu monitor excepto en videojuegos, controladores como mandos o auriculares, además de ajustar la velocidad de red.

Este último punto es importantísimo, ya que lo único necesario para que Shadow PC funcione de forma óptima es contar con una velocidad de red a la altura. En este caso, contamos con fibra, WiFI 6 y nos hemos conectado a la banda 5G –sin necesidad de Ethernet–.

Dicho esto, cabe destacar que si tu dispositivo está actualizándose o descargando contenido, puede que notes alguna ralentización. 

Algo que hemos notado en alguna que otra ocasión han sido parones intermitentes de apenas 2 segundos, más que probablemente causados por las últimas actualizaciones de Windows, ya que Shadow PC se comporta perfectamente durante el uso diario.

Por ejemplo, mientras que en el portátil la edición de imágenes y vídeos puede provocar cierres de aplicaciones o sobrecalentamiento, Shadow PC puede con cualquier programa que te imagines.

Esto se debe a que los procesadores pueden llegar a alcanzar temperaturas que les hacen funcionar de peor forma: el calor afecta a los componentes siempre. Aquí, al no contar con el procesador físico, el calor provocado es mucho menor, casi inexistente.

Eso sí, en algún momento Shadow PC ha tenido que reinstalar varios componentes, provocados por actualizaciones fallidas de Windows, no por la herramienta.

En resumen, te servirá para cualquier cosa, sin las limitaciones de tu hardware y con un servicio de asistencia técnica disponible en cualquier momento. Pero veamos la característica estrella de esta opción de Shadow PC: los videojuegos.

Una bestia 'gaming' en la nube

Antes de nada, hemos de decir que el portátil usado llegaba ya hace 5 o 6 años con especificaciones muy consistentes para lanzar videojuegos. Aunque claro, con la llegada de gráficas como la RTX, muchos desarrolladores se adaptaron a los nuevos tiempos.

Para que te hagas una idea, se pueden lanzar videojuegos como Fortnite o Multiversus, pero le cuesta más con algunos más potentes, como Death Stranding o The Quarry. En el caso de este último, era imposible disfrutarlo sin cortes cada 2 segundos.

No obstante, con Shadow PC hemos podido lanzar estos 2 últimos videojuegos sin problema alguno, a la máxima calidad disponible y con los controladores deseados: mando, ratón y auriculares.

Mientras que con nuestro portátil Death Stranding, un juego triple A lanzado en 2019, no era capaz de mostrar las cinemáticas de forma fluida, con Shadow PC hemos conseguido una experiencia a otro nivel, como puedes ver en esta demostración.

El juego tiene un límite máximo de 240 fps, aunque en todo caso han oscilado por lo general entre los 50 y los 70 fps, según las métricas aportadas por la barra de Windows Game. No obstante, según los datos en directo del propio Shadow PC estos valores son algo mayores.

Además, en todo momento podremos ver si existen pérdidas de información, la latencia, la velocidad de los fotogramas y el ancho de banda utilizado, el cual aumenta considerablemente al lanzar videojuegos. A la izquierda, mostramos esos valores con un uso normal; a la derecha, en gaming.

En conclusión, Shadow PC ha conseguido que pueda volver a jugar de manera totalmente fluida, y a un alto nivel gráfico, a videojuegos que con mi portátil no habría podido. Ahora bien, te preguntarás por su precio. Veamos qué opciones existen.

Precios y versiones de Shadow PC

Durante el tiempo que hemos probado Shadow PC, nos ha recordado mucho a los servicios para jugar en la nube que ofrecen compañías como Xbox o Epic Games. Aunque con una ventaja principal: tener un ordenador al completo.

Creemos que puede ser una gran decisión si estás pensando en dar una segunda vida a tu portátil o móvil en el mundo de los videojuegos, aunque sin desmerecer en absoluto la versatilidad usándolo para edición y ofimática.

De momento, la versión más económica de Shadow PC es la que llega con CPU Intel Xeon 3.5 GHz, GPU Nvidia GTX 1080, 12 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento –ampliable hasta 5 TB, con distintos precios según la capacidad elegida–.

Esta opción cuesta 32,99 euros al mes y permite hacer uso de 20 GB en Shadow Drive para almacenar archivos en la nube. En este caso, si eliges 3 meses no tendrás que pagar las tasas de activación, que cuestan 9,99 euros –pagas si escoges solo un mes–.

Si estas especificaciones se te quedan cortas, también puedes optar por el tipo de suscripción Power Upgrade, que llega con un precio de 49,98 euros mensuales.

En definitiva, Shadow PC es una opción muy recomendable si quieres jugar a videojuegos exigentes o probar las últimas especificaciones del mercado. Todo ello sin permanencia: podrás cancelar tu suscripción cualquier mes y volver de nuevo cuando elijas.

Además, en cualquier tipo de dispositivo que permita Windows, macOS, Linux, Raspberry, Android, iOS, tvOS, Android TV y Oculus.