Los cheaters (como se conoce a los tramposos en este contexto) son el cáncer de los videojuegos. Los tramposos arruinan por completo los juegos multijugador online. Porque no hay cientos, ni miles, hay millones. Y las plataformas de juegos hacen todo lo posible por acabar con ellos. Steam ha batido el récord al expulsar a 90.000 cheaters en apenas dos días.

Millones de personas no juegan a juegos online para divertirse o para ganar a otros jugadores gracias a sus habilidades con el gamepad o el ratón. Vencer a toda costa es su único objetivo, aunque eso signifique instalar programas (los exploits) y usar códigos que hacen trampas.

Pero los jugadores honestos que quieren partidas honestas en donde realmente gane el mejor y no aquel que use un exploit, que es algo similar al dopaje en el deporte, están en desventaja. Y cuando los cheaters se cuentan por millones, los jugadores legales acaban abandonado los juegos. Muchos de ellos han tenido que cerrar porque los cheaters han arruinado la jugabilidad.

Las plataformas de juegos persiguen incansablemente a los cheaters, pero es una lacra que nunca se termina. Steam utiliza un sistema llamado VAC que monitorea a los jugadores que juegan a juegos multijugador y detecta los exploits.

Todos los días se expulsan miles de cheaters. Steam expulsa una media de 100.000 tramposos al mes. Pero que expulse esa cantidad en dos días, llama la atención.

Según SteamDB, una web que se dedica a realizar estadísticas a partir de datos públicos sobre la plataforma que ofrece la propia Steam, el pasado miércoles expulsó a 28.409 cheaters, y el viernes, a 61,486. Y eso antes de amanecer en Estados Unidos, así que la cifra aumentó cuando se conectaron los usuarios americanos.

En esta gráfica podemos ver claramente el pico de expulsiones los días 17 y 19 de julio:

Aún se venden juegos en físico en PC, están todos en Amazon

¿Por qué Steam ha expulsado a 90.000 cheaters en dos días? La plataforma no ha dado explicaciones. Lo más probable es que el VAC haya detectado un exploit nuevo, y hayan expulsado de golpe a todos los que lo usan.

Es una lucha interminable, pero es una lucha que hay que librar. De ello depende la buena salud de los videojuegos online.