En España ya “van a la oficina” 200 robots por cada 10.000 trabajadores, mientras que se estima que a lo largo y ancho del planeta un tercio de los empleos caigan en manos de los autómatas y de la Inteligencia Artificial, según datos de la consultora PwC. Eso sí, cada país presentará su propio ritmo de adopción: las nuevas tecnologías tendrán efecto sobre el 38% de los empleos en Estados Unidos, el 35% en Alemania, el 30% en Reino Unido y el 21% en Japón.

Nuestras amigas las máquinas no eliminarán el trabajo humano, sino que revolucionarán en profundidad el tejido productivo y todas las industrias existentes, haciendo que surjan nuevas profesiones centradas en el talento, la creatividad o el manejo de las nuevas tecnologías y relegando otros trabajos más mecánicos y repetitivos a manos de los autómatas.

Aunque todavía falta más de una década para que los robots automaticen una de cada siete horas de trabajo, algunas compañías ya abanderan la innovación introduciendo en sus filas a un determinado porcentaje de robots entre sus empleados humanos.

Un ejemplo de la inversión en IA y automatización es Amazon, compañía que ha superado el billón de dólares estadounidenses de valoración el pasado mes de septiembre y que en los últimos tiempos ha destacado en terrenos como el cloud computing, la diversificación de negocio -apostando, entre otras áreas, por la venta de alimentos frescos- y el liderazgo en innovación, siendo pioneros en el uso de drones de reparto: en 2020 tendrá una flota de 450.000 unidades.

Según estimaciones recogidas por Quartz, durante el pasado ejercicio el gigante de ecommerce dirigido por Jeff Bezos -hoy en día, la persona más rica del mundo– empleó 120.000 robots, una cifra en claro ascenso que casi triplica a los autómatas usados en 2016, que fueron 45.000.

De este modo, la siguiente infografía elaborada por Statista acoge el cambio de ratio entre robots y empleados humanos en los tres últimos años en Amazon.

En 2017 la plataforma de comercio electrónico finalizó el ejercicio con una proporción de una máquina automatizada por cada 4,7 trabajadores, batiendo récords en el nivel de automatización, ya que en los dos años anteriores podía contabilizarse una máquina por cada siete empleados.