Elon Musk es la persona que ha convertido Tesla en lo que es hoy en día, una compañía millonaria conocida en todo el mundo. Sin embargo, en los últimos meses es también la persona que está a punto de tirarlo todo por la borda.

Sus constantes salidas de tono públicas han provocado el enfado de los accionistas y también una auténtica montaña rusa en la cotización bursátil de la compañía, algo que ha hecho de oro a los que especulan con sus acciones.

Así lo revela hoy Fortune, que además pone cifras a lo que han ganado los vendedores en corto gracias a las últimas declaraciones de Elon Musk: 1.200 millones de dólares.

Estas ventas en corto consisten en coger "prestadas" acciones de un tercero, venderlas al precio que tienen actualmente y esperar a que la cotización baje para comprarlas de vuelta más baratas. Acto seguido se devuelven a su propietario y te quedas con la diferencia.

Teniendo en cuenta que las acciones de Tesla bajaron un 9% en un sólo día tras la entrevista de Musk al New York Times, no es de extrañar que algunos especuladores se estén haciendo millonarios.

Que el CEO de la compañía amenace con retirar de la bolsa a la empresa hizo que pocos se atrevieran a invertir en ella, provocando una caída repentina del valor de las acciones, precisamente lo que muchas personas buscaban.

Musk se encuentra en aprietos bastante evidentes. Ha comprometido su credibilidad como CEO -y también su salario- al logro de los objetivos de producción, algo que le ha llevado a tener que dormir en la fábrica e incluso a medicarse, aunque por ahora no parece asegurado el éxito.

Esto pone en entredicho la viabilidad y rentabilidad de Tesla como compañía a corto plazo, algo que ha hecho que los accionistas formen grupos críticos con el liderazgo del sudafricano, que sin embargo guarda un as en la manga: un fondo soberano saudí podría estar interesado en comprar Tesla, evitando así que los accionistas se hagan con el control por encima de Musk.