Si se quiere cumplir con los objetivos de limitación del incremento de las temperaturas por el cambio climático a solo 1,5 °C, el mundo debe tomar una serie de decisiones pero también la ciencia debe avanzar lo suficiente como para ayudarnos en tal empresa.

Por suerte, ahora un equipo de investigadores ha desarrollado un compuesto que les ha permitido recolectar dióxido de carbono de las chimeneas de las fábricas y usarlo para fabricar productos químicos comercialmente valiosos potenciando la economía verde.

En el comunicado de prensa del descubrimiento se ha señalado que “hemos dado un gran paso hacia la resolución de un desafío crucial asociado con la esperada economía circular del carbono mediante el desarrollo de un catalizador eficaz”.

Este catalizador viene en forma de una sustancia que aumenta la velocidad de una reacción química sin sufrir ningún cambio químico permanente.

De acuerdo al estudio publicado en el Journal of Materials Chemistry, han encontrado que se puede catalizar la formación de carbonatos cíclicos mientras se quita el dióxido de carbono de gases de combustión de fábrica.

Este hallazgo viene a decir que se pueden fabricar artículos útiles, electrolitos de batería y precursores farmacéuticos haciendo uso de la misma técnica que se utiliza para limpiar los contaminantes de las instalaciones de fabricación.

Este nuevo marco orgánico se puede utilizar para catalizar la producción cíclica de carbonato a partir de biogás, una mezcla de dióxido de carbono, metano y otros gases producidos por la descomposición de materia orgánica.

Comentan que “poder usar de forma directa el dióxido de carbono de fuentes impuras ahorra el costo y la energía de separarlo antes de que pueda usarse para hacer carbonatos cíclicos, lo que será una bendición para la economía verde”, se señala en la investigación.