En los últimos años se está viviendo un cambio que afecta a nuestro planeta y al que no se estaba encontrando ninguna explicación. Como muchos sabrán, existe el polo norte magnético, que es una referencia para gran número de elementos, desde ser la dirección a la que señala la aguja imantada en una brújula a una referencia en los sistemas de navegación más actuales.

Este polo norte magnético se ha desplazado desde la zona de Canadá hacia Rusia, al área de Siberia en concreto, lo que ha tenido sus consecuencias en los sistemas de navegación, desde GPS a los que se utilizan en los móviles, que se han visto en la obligación de actualizarse tomando en cuenta las nuevas referencias.

Según la información de BBC News, en la Universidad de Leeds parecen haber encontrado las causas que motivan este movimiento: dos "gotas" magnéticas cerca del núcleo de la Tierra.

La investigación que han realizado en Leeds concluye que el material fundido en el centro de la Tierra se ha alterado de forma natural y se han creado dos gotas, o balsas, que están provocando este desplazamiento. "Este cambio en el patrón ha debilitado el parche bajo Canadá y ha aumentado ligeramente la fuerza del parche bajo Siberia", explican en la investigación.

Este polo magnético, uno de los tres que hay en la Tierra, se ha desplazado centenares de kilómetros en los últimos treinta años, con un importante avance en el siglo XXI donde ha llegado a moverse hasta 60 kilómetros al año. Aunque se estima que en este momento se encuentra en un proceso de desaceleración, "nadie sabe si retrocederá o no en el futuro".

Grandes misterios que la ciencia todavía no puede explicar

Nuestro planeta, la vida y la realidad que nos rodea están repletos de grandes misterios, enigmas que han atraído la curiosidad de civilizaciones enteras. Y todavía no tenemos respuesta para muchos de ellos. 

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Para poder conocer las causas del desplazamiento ha sido necesario analizar durante un largo periodo los datos de distintos satélites, en especial los de la Agencia Espacial Europea que han servido como guía a la Universidad de Leeds.

Afortunadamente, los cambios obedecen al curso natural del planeta y las alteraciones que pueden provocar en los sistemas de navegación son detectadas y solucionadas al momento. Pero se agradece conocer las causas a un misterio que ha durado tanto tiempo.