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La NASA tiene un nuevo objetivo: buscar restos de vida en Venus

Venus Planeta

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Redactor Tecnología

Aunque Venus es realmente parecido a la Tierra y se le considera el "gemelo" de esta, su atmósfera es tóxica y poco se conoce de su topografía, aunque existen volcanes y montañas.

Si se pudiera crear un infierno a semejanza de la imaginería popular religiosa, probablemente, no distaría mucho del ambiente que se puede observar en Venus. Compuesto por volcanes y montañas, de forma muy similar a la Tierra, las expediciones a este planeta tan cercano al Sol han sido realmente difíciles a lo largo de la historia.

La última sonda enviada a este planeta en llamas fue la Parker, de la NASA, que descubrió hace relativamente poco, una señal de radio natural de baja frecuencia en Venus, perteneciente a su ionosfera. Sin embargo, hace 30 años que no se envía ningún aparato para observar por qué un planeta tan parecido a la Tierra es, por el contrario, un infierno para la vida. 

Por ello, la NASA ha preparado 2 misiones, como resultado de la novena edición del concurso Discovery de la agencia, denominadas DAVINCI + (Deep Atmosphere Venus Investigation of Noble gas, Chemistry e Imaging Plus) y VERITAS, con el objetivo de estudiar la química de Venus y su topografía, entre otras cuestiones. El coste estimado de ambas es de 500 millones de dólares (411,4 millones de euros).

"Es asombroso lo poco que sabemos sobre Venus, pero los resultados combinados de estas misiones nos hablarán sobre el planeta, desde las nubes en su cielo a través de los volcanes en su superficie hasta su núcleo", aseguró Tom Wagner, científico del programa Discovery de la NASA, en un comunicado de prensa. “Será como si hubiéramos redescubierto el planeta”. 

DAVINCI + en busca de vida en Venus

La hipótesis principal que manejan los científicos de la NASA es que Venus sufrió un "efecto invernadero descontrolado", algo que pudo propiciar que su atmósfera fuera dañada y, en consecuencia, aumentara la temperatura y sus océanos se evaporaran.

Por ello, el objetivo principal de DAVINCI + será determinar si, en algún momento, Venus fue habitable, a pesar del final tan diferente de su gemela, la Tierra. Aun así, la misión no será nada fácil, ya que la superficie del planeta es tremendamente inhóspita, a pesar de los grandes avances tecnológicos que la NASA ha conseguido.

En este sentido, la misión se centrará en descender verticalmente a través de la atmósfera de Venus, pasando por sus nubes tóxicas, hasta llegar justo a su superficie, es decir, un análisis de todo el planeta, si resulta exitosa, que ayudará a la NASA a comprender mejor cómo podrían ser otros planetas habitables más alejados.

"Venus es el 'exoplaneta en nuestro patio trasero' que puede ayudarnos a comprender estos mundos analógicos distantes, al proporcionar la verdad terrestre para mejorar los modelos de ordenador que usaremos para interpretar los planetas exo-Venus", agregó Giada Arney, investigadora principal adjunta de DAVINCI + en la NASA. Así que la investigación de DAVINCI + sobre la evolución de Venus puede ayudarnos a comprender mejor cómo se distribuyen los mundos habitables en otras partes del universo.

Aunque la NASA ya ha hecho historia en Marte, esta misión, prevista para 2030, supondrá un paso de gigante en la búsqueda de vida en el resto del universo. Mediante una nave espacial y una sonda que estudien Venus ese mismo año, se conseguirán las primeras imágenes en alta resolución de Alpha Regio, una región montañosa del planeta donde el agua pudo haber sido responsable de su forma.

Aunque esta misión no será la única. La NASA también enviará VERITAS, para conocer la historia de Venus, así como su desarrollo tan diferente al de la gemela Tierra.

Comprender los finales tan diferentes de Venus y la Tierra

Aunque la composición química de Venus es importante para conocer qué ocurrió en su atmósfera para ser tan diferente a la Tierra, el trabajo de VERITAS será igual de relevante, ya que bordeará el planeta para conocer su historia geológica, mediante un radar de apertura sintética.

De esta forma, se recreará en 3D toda la topografía de Venus, para saber si los volcanes liberan en algún sentido vapor de agua a la atmósfera, gracias al Centro Aeroespacial Alemán, que proporciona el mapeo infrarrojo, y a la Agencia Espacial Italiana y el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia, con el radar.

"Estamos acelerando nuestro programa de ciencia planetaria con una intensa exploración de un mundo que la NASA no ha visitado en más de 30 años", concretó Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia de la NASA. “No se trata solo de comprender la evolución de los planetas y la habitabilidad en nuestro propio sistema solar, sino de extenderse más allá de estos límites a los exoplanetas, un área de investigación emocionante y emergente para la NASA”. 

Por ello, la década de 2030 será apasionante para la comprensión de una parcela desconocida por la ciencia hasta hoy en día.

Este artículo fue publicado en Business Insider España por Abraham Andreu.

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Soy redactor de Tecnología en Axel Springer España. Me encontrarás analizando productos, en vídeos y escribiendo reportajes del sector tecnológico.

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