Un grupo de ingenieros de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) ha desarrollado nuevas tecnologías que tienen la capacidad de usar combustibles fósiles sin contaminar para convertirlos en otros productos útiles. 

Uno de los procedimientos ha sido publicado en la revista Energy & Environmental Science. Está sido diseñado para convertir el gas de lutita, también conocido como gas de esquisto o gas pizarra, en productos como metanol o gasolina. La transformación se lleva a cabo de una forma respetuosa con el medio ambiente y, bajo ciertas condiciones, la tecnología consume todo el dióxido de carbono que produce el proceso, así como el CO₂ adicional de una fuente externa. De acuerdo con el equipo, el proceso también se puede aplicar al carbón y a la biomasa para obtener otro tipo de productos útiles sin contaminar. 

Por otra parte, los investigadores han descubierto y patentado una tecnología conocida como bucle químico. Esta técnica utiliza partículas de óxido de metal en reactores de alta presión para quemar combustibles fósiles y biomasa sin la presencia de oxígeno en el aire.

Según explican los ingenieros, este proceso se puede emplear como una tecnología provisional para producir electricidad sin contaminar hasta que la energía solar o la eólica estén ampliamente disponibles y sean asequibles. "Las energías renovables son el futuro", indica Liang-Shih Fan, líder del equipo. "Necesitamos un puente que nos permita crear energía limpia hasta que lleguemos allí, algo asequible que podamos usar durante los próximos 30 años o más, hasta que la energía eólica o solar se conviertan en las tecnologías predominantes".

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Por otra parte, el bucle químico también resulta útil para la producción de gas de síntesis o Sintegas, que es un combustible gaseoso que se obtiene a partir de sustancias ricas en carbono y que contiene cantidades variables de monóxido de carbono e hidrógeno. El gas de síntesis ofrece los componentes básicos para producir otros productos, como amoníaco, plásticos o fibras de carbono. Gracias a ello, esta tecnología le da un uso industrial al dióxido de carbono como materia prima para elaborar artículos cotidianos útiles.

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La empresa Babcock & Wilcox, dedicada a la producción de tecnologías limpias para mercados energéticos, afirma que la tecnología de bucle químico es el enfoque más avanzado y rentable para la captura de carbono que han revisado hasta la fecha, con el potencial de transformar las industrias de energía y petroquímica. 

[Fuente y foto: Universidad Estatal de Ohio]