¿Tienes miedo a las turbulencias? Esto es lo que deberías saber
Si tuviésemos que hacer un listado de las ocasiones en las que pasan más miedo los pasajeros de un avión, seguro que serían el despegue, aterrizaje y los momentos de turbulencias. Está claro que volar a miles de metros sobre el suelo y notar que el avión tiembla no es la mejor sensación que se puede tener. Pero ¿deberíamos tener miedo?
La respuesta está en la misma estadística: a pesar de las miles de ocasiones en las que los aviones encuentran turbulencias, nunca ocurren accidentes. Las turbulencias forman parte del día a día de los pilotos y nunca revisten gravedad.
¿Pero sabes qué son las turbulencias o cuántos problemas causan? Vamos a contarte todos los detalles para que la próxima vez que tiemble el avión no empieces a preocuparte.
¿Qué son las turbulencias?
Avisan por la megafonía que vas a pasar un área de turbulencias, que te abroches el cinturón… y poco después empieza a temblar el avión. Desgraciadamente, muchas turbulencias no se pueden prever, son cambios repentinos en la velocidad del aire, variaciones bruscas de presión, aparición de nubes inestables y otros elementos que tratan de influir en la dirección del avión.
Las previsiones meteorológicas o el radar que tienen los aviones pueden avisar de que durante el vuelo se encontrarán turbulencias. Del mismo modo, cuando un piloto las encuentra avisa para que el resto de aviones estén preparados, pero algunas veces son imprevisibles.
Pero estos imprevistos cambios no son peligrosos ni dañan el avión. Si un bache puede provocar daños en la amortiguación del coche o un pinchazo, las turbulencias no tienen efectos en el chasis del avión.
Las turbulencias no son peligrosas
Está calculado que las turbulencias causan lesiones a unas 60 personas cada año en Estados Unidos. Pero basta con ver a quién le ocurre para entender esta cifra: dos tercios a asistentes de vuelo y el resto a pasajeros que no estaban sentados con el cinturón puesto.
Los aviones están muy preparados para esta clase de situaciones y los pilotos no suelen hacer nada si se encuentran con turbulencias, como mucho reducir mínimamente la velocidad para que los pasajeros noten menos el movimiento. Los aviones están diseñados para que estos cambios no influyan en la trayectoria.
Así que ya sabes, cuando pidan que te pongas el cinturón porque el avión ha entrado en una zona de turbulencias, abróchalo y relájate, no pasa nada.
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