Logo Computerhoy.com

Este pueblo francés se planta ante la comida basura: saca su propia hamburguesa sostenible

Andrea Núñez-Torrón Stock

- Actualizado:
hamburguesa

Mientras las multinacionales de comida basura suelen arrasar como una apisonadora con los pequeños bares y restaurantes y las alternativas de comercio local, también existen ejemplos de resistencia que abogan por defender con uñas y dientes sus productos de proximidad y otras alternativas de consumo más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, además de alineadas con una alimentación más saludable.

Esta es la historia de Dolus D’Oléron, un pueblo isleño de la Nueva Aquitania francesa que lleva cuatro años en pie de guerra para impedir la llegada de McDonald’s. 

Tanto su alcalde como sus habitantes arguyen que “no necesitan la comida basura” y que defienden principios de alimentación ecológica y sana, además de contratos laborales no precarios y una agricultura duradera y de circuitos cortosgracias a la cual se emite mucho menos CO2, se colabora con la perdurabilidad de la tierra y se respeta la soberanía alimentaria y los productos de temporada.

Grégory Gendre, alcalde del pueblo francés -un bello enclave con cerca de 3.200 habitantes pero que duplica su población en verano debido al turismo- ha recordado a France Info que la gente votó su programa electoral por sus propuestas agrícolas y sostenibles, por lo que continuará luchando contra el gigante de la comida rápida al que se lleva enfrentando desde 2014 hasta en tres ocasiones.

Anteriormente, Gendre, periodista económico de profesión, trabajó en el departamento de comunicación de Greenpeace, y también es fundador de la asociación ‘Roule ma frite’, que apuesta por el reciclaje del aceite de fritura en restaurantes y cafeterías escolares.

McDolus, resistencia local contra la comida basura

La llegada de McDonald´s al pueblo galo está en entredicho, ya que aunque la voluntad de la inmensa mayoría de ciudadanos y de la alcaldía es rechazar su implantación, el pasado 21 de septiembre de 2017 un tribunal administrativo de Poitiers resolvió que la alcaldía tenía que firmar firmar el permiso de construcción de un local del gigante hamburguesero, tal y como solicitaba la empresa y el propietario de los terrenos, Philippe Villa, antiguo candidato a la alcaldía por la oposición.

Sin embargo, desde aquel momento Grégory Gendre y los suyos han declinado la firma, acumulando 300 euros diarios de multa debido a la tardanza, pese a que se pagaron 9.000 euros por el primer mes. En estos momentos ya cuentan con 131.000 euros para cubrir las multas de 2018 y el propio alcalde ha aportado 5.000 euros de su bolsillo en la lucha por evitar el desembarco de la multinacional de comida rápida, de la que también rechazan los contratos basura o el tráfico contaminante que genera.

¿Conoces Amazon Pantry? Visita ya el supermercado virtual de Amazon

Para promulgar una alternativa que convenza a los jóvenes -principales defensores de la llegada del McDonald´s-, han abierto McDolus, un local erigido con la colaboración de 200 voluntarios en las 4 hectáreas de la antigua granja La Cailletière, un enclave que hoy se conoce como ZAD, Zone d’Alimentation Durable, cuyas siglas homenajean al grupo que detuvo la construcción de un aeropuerto cerca de Nantes para salvar las tierras de cultivo.

En McDolus se servirán toda clase de alimentos sostenibles típicos y propios de Dolus y la Isla Doleron, desde anguila al perejil a vinos de carácter local. Además de la comida sana, los asistentes gozarán de los mismos horarios que su enemigo McDonald´s y contarán con WiFi gratuito. Todo lo ideal para convertirse en un punto de reunión, productos frescos y alternativas a la comida basura.

Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.