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¿Qué hace que el juego Pokémon GO sea tan adictivo?

Inés Pérez

La locura de Pokémon GO

Muchos podrían pensar que la adicción a Pokémon Go es exclusivo de los antiguos fans de Pokémon, pero eso no es del todo cierto. Al parecer hay una explicación científica de por qué la app se ha convertido en un rotundo éxito de la noche a la mañana. 

Según Business Insider, la culpa es de la Realidad Aumentada (AR).

AR funciona mediante la superposición de elementos virtuales, en este caso los personajes de Pokémon que deben ser capturados, sobre elementos de la vida real. De hecho, se puede ver el entorno a través de la cámara del teléfono. Y allí, encima de la realidad, aparecen los Pokémon.

Esto es suficiente para alimentar la curiosidad sobre lo que va a suceder a continuación, a pesar de que el juego esencialmente sigue un patrón bien establecido. Después de un tiempo, no habrá más sorpresas, pero hasta que eso ocurra pasarás un mal rato luchando contra esta adicción.

En efecto, un estudio de 2013 por un equipo de psicólogos norteamericanos y científicos de la computación afirma que la RA puede llegar a ser muy adictiva

"[La realidad aumentada] no separa al usuario de su realidad, sino que la utiliza y la transforma de manera realista", dice el estudio. "Este efecto puede causar un alto grado de sorpresa y curiosidad en los usuarios."

Pokémon GO: cómo instalar la actualización en iPhone y Android.

La tecnología sin duda puede tener un gran efecto en los niños, muchos de los cuales creen que es lo más cercano a magia, de acuerdo con estudios de libros de imágenes de realidad aumentada.

Algunos argumentan que los planes de lecciones que incorporan realidad aumentada pueden ayudar a los niños a aprender mejor ya que la tecnología se percibe más directa que con el ratón y teclado tradicional, y puede incorporar elementos y objetos que los niños ya les gustan, como sus juguetes.

La posición particular de Pokémon Go, un punto medio entre medios no digitales y realidad virtual, le da otra ventaja: Es fácil de probar. Todo lo que se necesita es un smartphone, cosa que más de dos tercios de los adultos tienen.

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