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5 consejos que deberías seguir si encuentras niebla en carretera

Noelia López

La DGT recuerda los tres casos donde es obligatoria la luz antiniebla
La niebla es uno de los peores enemigos de los conductores; no solo porque reduce considerablemente la visibilidad, también humedece el asfalto.

Las mañanas de escasa visibilidad son uno de los peligros a los que se enfrentan los conductores en invierno. Como seguro que en más de una ocasión te tienes que enfrentar a él, aquí van los cinco mejores consejos para conducir sin peligro con niebla.

La falta de visibilidad no es el único riesgo cuando hay que circular entre bancos de niebla. Este fenómenos hace también que el asfalto se moje, con lo que la distancia de frenada se alarga y aumenta el riesgo de perder el control del vehículo.

La DGT apunta cuatro máximas cuando se circula entre bancos de niebla: nunca pararse en un arcén, encender las luces antiniebla, reducir mucho la velocidad y circular siguiendo las marcas longitudinales de la calzada. 

Las explicamos con más detalle y sumamos alguna para elaborar nuestra lista de cinco consejos para conducir con niebla con seguridad.

1. Aumenta la distancia de seguridad

La mayoría de accidentes de tráfico a causa de la niebla se producen por un fallo humano que casi siempre tiene que ver con un frenazo imprevisto e inne­cesario, con parar en el arcén sin la conveniente señalización o con no respetar una mayor distancia de seguridad. 

Esta últi­ma es la norma que antes debe­mos adoptar y adaptarla al mayor o menor espesor de la niebla y a la visibilidad resultante.

Como ya hemos dicho, normalmente niebla es igual a suelo húmedo, por lo que la frenada se alarga y el coche puede que no responda igual en las cur­vas. Esta humedad puede que nos obligue también a llevar lleno el depósito de agua de los limpiapa­rabrisas y a llevar las escobillas en perfecto estado.

2. No pares en el arcén

Pararse en el arcén en días de niebla cerrada puede que sea una de las peores ideas por el peligro que entraña. La reco­mendación es que incluso si un pinchazo es la causa de la parada, si hay niebla cerrada, es mejor seguir rodan­do despacio hasta una salida o un área de servicio. 

Si el coche se detiene por una avería y no hay más remedio que parar, que los ocupantes salgan del coche y se sitúen al otro lado del guarda­rraíl y señalice la detención debi­damente y a una distancia mayor de lo normal.

3. Usa bien las luces

Hay conductores que tienen la costumbre de encender las luces largas cuando hay niebla. Lo cierto es que esto no sirve de nada, sino todo lo contrario, con niebla resulta incluso contraproducen­te, ya que la luz larga rebota en el banco de niebla y nos deslumbra­rá sin conseguir el objetivo.

El piloto trasero de niebla se activa cuando de verdad la niebla es espesa y no deja ver nada de lo que pasa alrededor. Dicho piloto no se pone con lluvia y hay que desconectarlo en cuanto se supera la zona afectada ya que de lo contrario molestará muchísimo a otros usuarios de la vía.

4. Adapta la velocidad

Lógicamente la velocidad en un episodio de niebla no será la misma que si circu­las por una carretera con buena visibilidad y asfalto seco. 

Lo más recomendable es adaptar esa velo­cidad a cada circunstancia y en este caso una niebla cerrada habrá que reducir y mucho la velocidad a la que circulamos. "La mejor manera de conocer si llevamos la velocidad adecuada es la de sentirnos seguros al volante y con capacidad de reac­ción ante un imprevisto; esa será la velocidad más adecuada", explican desde la DGT.

5. Fíjate en las marcas longitudinales

 Un buen truco para seguir la ruta a pesar de la niebla es fijarnos en las mar­cas longitudinales del suelo y no separarnos de ellas. Y que ello nos ayude a llevar el coche bien centrado en nuestro carril derecho.

Este artículo fue publicado en Autobild por Noelia López.

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