La evolución del mercado de automoción chino: de copiar a crear coches top

Cualquiera que siga el mundo del motor es consciente de cómo ha cambiado un actor tan importante como China en los últimos años. De país reconocido casi en exclusiva por hacer copias descaradas de modelos reconocidos de la industria a ser un peso pesado con marca reconocidas que están desembarcando en Europa de manera paulatina.

La evolución ha sido radical y la historia tras ello es bastante interesante, como ha contado Frank Stephenson, reconocido diseñador del mundo del automóvil, en su canal de Youtube:

Comenta que aunque pudiera parecer lo contrario, en realidad los chinos no tenían preferencia por las copias de otros coches de renombre, pero que su industria, simplemente, no les ofrecía nada más.

Había una crisis de identidad importante a nivel de diseño, pero las marcas hacían todas lo mismo, algunas con suerte y vendiendo bien, pero muchas quedándose por el camino y acabando en la bancarrota.

Stephenson apunta al Chery A3 Sedan de 2008, diseñado por Pininfarina, como el punto de inflexión en este campo, ya que fue el primero que lució una imagen original y tuvo un importante impacto en las ventas, lo que sirvió para cambiar la tendencia de la industria.

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A partir de ahí los grandes de la automoción china empezaron a hacerse hueco en base a diseños propios, en muchas ocasiones incluso fichando a diseñadores de renombre que habían trabajado en marcas europeas, como ha ocurrido en Hongqi o BYD.

Y no solo eso, la mejora palpable en el aspecto estético ha estado acompañada de una mejoría considerable en términos de ingeniería, algo a lo que ha ayudado la irrupción de los coches eléctricos, donde los fabricantes chinos no parten con tanta desventaja como sí ocurría en los coches de combustión.

Este artículo fue publicado originalmente en Autobild ES.