General Motors sabe que los medios de transporte van a cambiar cuando los sistemas autónomos logren superar todas las trabas a las que se enfrentan. Esto no solo significa que los vehículos particulares sean distintos, también existe un claro enfoque hacia lo público, y en ese aspecto el Cruise Origin que acaba de presentar puede ser un buen ejemplo.

Cruise Origin es una furgoneta eléctrica con apariencia de vagón de tren sin ningún tipo de cabina ni control manual: carece de volante y pedales. Su sistema autónomo no requiere en principio ni de conductor de seguridad.

Todavía no se sabe cuándo estará disponible y en pleno funcionamiento, pero las imágenes han revolucionado las páginas de motor durante las últimas horas. En el tuit de la compañía se pueden encontrar detalladas imágenes.

Se considera un minibús con seis asientos, tres en cada lado, y con puertas correderas. Pero desde Cruise no han dado datos técnicos sobre el motor, sistemas a utilizar o cualquier aspecto técnico. Solo se ha afirmado que al compartir trayectos puede suponer un ahorro de hasta 5.000 dólares al año para los clientes.

Se sabe que puede funcionar en un sistema modular que permita encajar varios vehículos y ser conducidos como si fuese un tren. Además, se ha promocionado como un vehículo capaz de detectar las circunstancias y los peatones con “sobrehumana” capacidad, pero, tal como decimos, no hay datos técnicos sobre el vehículo.

Parece que es un vehículo idóneo para compañeros de empresas, zonas como parques tecnológicos y algunos recorridos urbanos. Valoraremos pros y contras en cuanto haya más noticias. Lo que está claro es que se suma a otras opciones que ya se barajan, tanto desde fabricantes de vehículos como distintas empresas de servicios.