Donald Trump está batiendo todos los récords (negativos) que se pueden acumular en una misma legislatura al frente del gobierno norteamericano. El último episodio en su escalada de despropósitos es el cierre de la Administración, el más largo de la historia de Estados Unidos; un mecanismo que se activa al no haber presupuestos públicos aprobados y que implica el cese temporal de 800.000 funcionarios públicos, el trabajo sin remuneración de otros tantos y la falta de recursos para continuar con miles de proyectos.

Y uno de esos proyectos que se están viendo afectados es, ni más ni menos, que el desarrollo de la nueva generación de redes móviles, el 5G. En un comunicado público, Cinnamon Rogers, vicepresidente senior de asuntos gubernamentales de la Asociación de la Industria de las Telecomunicaciones (TIA), ha explicado que la FCC ya no tiene dinero y no puede aprobar nuevos dispositivos compatibles con el 5G. 

“La falta de disponibilidad de este proceso tendrá un impacto grave y negativo en la aprobación de los nuevos dispositivos conectados que están diseñados para permitir la implementación de 5G y el ecosistema completo de tecnologías de próxima generación que 5G soportará”.

Como solución de urgencia, Rogers propone que el sistema de autorización de equipos permanezca activo durante cualquier cierre gubernamental, como sucede con otros sectores críticos. 

También sugiere soluciones permanentes, como hacer que la FCC complete un procedimiento de autorización de equipos de larga duración que “probablemente eliminará” algunas categorías de dispositivos que presentan un riesgo limitado de necesitar la aprobación directa de la FCC. 

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Luego, propone que la FCC permita la certificación automática por parte de terceros acreditados.

“Estados Unidos tiene las empresas de tecnología de comunicaciones más innovadoras del mundo. Y aunque la FCC ha progresado en los últimos años, el proceso de autorización de equipos necesita una reforma mayor ahora, para evitar daños durante los cierres del gobierno, y en el futuro para permitir que esas compañías traigan nuevas tecnologías a los consumidores estadounidenses tan pronto como sea posible”, reza el documento.