Si usas Windows 11 y quieres sacar más partido al rendimiento de tu monitor, resulta que hay una opción oculta que te permite mejorar, considerablemente, el rendimiento de tu pantalla. Si quieres conocer todos los detalles del nuevo sistema operativo de Windows 11 visita este enlace.

Enterrada en la configuración avanzada del equipo hay una forma de activar la frecuencia de actualización dinámica (DRR). La configuración de la frecuencia de actualización ajustable no es nueva en Windows, pero tampoco es algo a lo que se le dé demasiada importancia.

Con la función dinámica de Windows 11, el ordenador ajusta automáticamente la tasa de refresco en función de lo que se necesite en cada momento, reduciendo la tasa cuando sea posible para ayudar a preservar la vida de la batería.

La principal ventaja de aumentar la frecuencia de refresco del monitor es la fluidez. Cuanto más altos sean los hercios, más fluidos serán los movimientos en la pantalla. Esto se nota sobre todo en los videojuegos, pero esa fluidez también puede trasladarse a otros elementos de la interfaz de W11.

Dicho esto, en el caso de los vídeos, es importante tener en cuenta que una tasa de refresco más alta puede hacer que las cosas se vean un poco fuera de luga, casi extraño, cuando se ve algo que no fue diseñado para ello (¿recordáis como se veías El Hobbit? Pues eso).

Cómo activar la frecuencia de actualización dinámica en Windows 11

Para aprovechar esta característica particular de Windows 11, necesitarás tener un monitor con una alta tasa de refresco conectado a tu PC (ya sea 75 Hz, 120 Hz o el estándar de 144 Hz).

En primer lugar, deberás comprobar cuál es la frecuencia de refresco de tu monitor (a menos que ya la sepas). Puedes comprobarlo abriendo el menú Inicio y seleccionando Configuración > Sistema.

Encontrarás la tasa de refresco en Hz cerca de la resolución de tu pantalla. A continuación, abre la Configuración y selecciona Sistema > Pantalla > Pantalla avanzada.

Desde ahí verás un menú desplegable, que puedes abrir para encontrar varias opciones de frecuencia de refresco, incluyendo -si tienes una pantalla compatible- la opción Dinámica, que deberías seleccionar para utilizar la función DRR.

Ajustar la frecuencia de actualización a Dinámica no mejorará necesariamente los efectos visuales en pantalla, pero probablemente empezarás a notar que las cosas parecen funcionar con más fluidez.

Fíjate, por ejemplo, en cómo se mueven y reaccionan las transiciones entre los distintos elementos de la interfaz de Windows. O, por ejemplo, mueve rápido la ventana de Chrome o Discord, comprobarás que se mueve de forma suave y fluida.