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El futuro de los robots inteligentes vendrá en tamaño diminuto, según los especialistas

El futuro de los robots inteligentes vendrá en tamaño diminuto, según los especialistas

Parece que el futuro de los robots con IA viene en pequeñas dosis. Los especialistas en robótica están tomando como referente los insectos para sus nuevos proyectos.

Estas criaturas tan pequeñas y aparentemente tan sencillas y vulnerables, son realmente las más inteligentes. Han evolucionado para vivir en todo tipo de entornos y mostrar diferentes tipos de comportamientos para sobrevivir, y actualmente ya hay insectos que vuelan, se arrastran y nadan.

Si tenemos en cuenta su tamaño, son extremadamente inteligentes y eficientes energéticamente y eso es algo que los especialistas en robótica están teniendo muy en cuenta.

Todos estos rasgos comentados son los que deberían tener los pequeños robots sencillos si quieren ser útiles en el mundo real, afirma un grupo de investigadores en un artículo publicado el miércoles en Science Robotics.

"Si conseguimos aprovechar la IA inspirada en los insectos, los robots pequeños podrán abordar tareas difíciles sin salirse de su limitado presupuesto computacional y de memoria", escriben.

Con todo esto, lógicamente, se han puesto manos a la obra y ya están construyendo robots similares a los insectos. Un claro ejemplo es la facultad de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad TU Delft (Países Bajos), en la que se están creando diminutos drones diseñados para detectar fugas de gas en edificios. Pequeños, baratos y muy eficientes.

Inteligencia Artificial

Otro caso es el del robot volador inalámbrico, con un par de alas, que pesa muy pocos gramos, pero es capaz de despegar y aterrizar.

Pese a esto, también es una realidad que los retos son mayores. "Muchas de las redes neuronales profundas que se están desarrollando en la IA son, en principio, interesantes, pero todavía no podrán funcionar en robots pequeños", comentan en el informe.

Y es que, muchos ordenadores integrados creados para ejecutar redes neuronalesson, por un lado, demasiado pesados, y por otro, consumen mucha energía para el tamaño tan minúsculo que tienen. Un procesador integrado muy popular para redes profundas, la Nvidia TX 2 pesa 85 gramos y consume 7,5 vatios, resulta inviable para estos casos.

Aún así, los investigadores poco a poco van dando pequeños pasos y ya está desarrollando microcontroladores y otros chips para sistemas integrados diminutos que tiene la suficiente potencia como para hacer realidad sus proyectos.

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