¿Qué? ¿Que Apple seguía fabricando el iPod? Esa fue la primera reacción que tuvimos muchos cuando ayer por la tarde, la compañía de la manzana mordida comunicaba que el iPod moriría cuando vendieran la última unidad fabricada del último modelo de iPod Touch.

La séptima, y última, generación de iPod Touch se lanzó en 2019 en forma de una actualización muy discreta de un iPod Touch 6 que, asimismo, ya era una continuación bastante descafeinada. De hecho, escribí sobre si tenía sentido comprar el iPod y, en aquel momento, creía que sí porque era una puerta de entrada a Arcade.

Creo que a partir del Touch, de 2008, todos pensábamos que Apple mataría el iPod más pronto que tarde y de forma silenciosa porque, seamos claros, ¿qué sentido tenía el iPod cuando teníamos móviles con mejores características y, además, el propio iPhone ya "integraba un iPod"?

Pensaba que, simplemente, lo dejarían de fabricar en un momento dado, no harían ningún anuncio al respecto y... bueno, c'est fini el iPod. 

Y, por lo visto en redes sociales estas últimas horas, realmente muchos estaban en mi línea, casi como cuando algún famoso del que no oyes hablar durante años y que ya era bastante mayorcete fallece y te preguntas "ah, ¿pero seguía vivo?"

Realmente a nadie debería pillarnos por sorpresa la muerte del iPod, pero tampoco es que nos estemos perdiendo algo porque, seamos claros, el iPod murió hace mucho (para mi, desde que se lanzó el primer Touch, ya que perdieron el sentido al ser un iPhone sin... Phone).

Sin embargo, tras ese pensamiento inicial, me entró algo de ternura porque, qué caray, si tuviera que elegir un único dispositivo como aquel que recordaré toda la vida, sería el iPod.

Y oye, me parece bonito que sea el iPod porque amo la música, me encantan las cosas bonitas y el iPod no solo era un contenedor de lo primero, sino una masterclass de lo segundo.

Vale, puede que el modelo original no fuera el culmen de la belleza y la delgadez que Apple ha ido imponiendo (a veces de forma absurda) durante años, pero era un reproductor de MP3 muy llamativo.

Sale a la luz un prototipo de iPod de primera generación extremadamente raro

La revolución creo que llegó con el Nano y bueno, el resto es historia con un montón de familias, generaciones y dispositivos que encajan en los gustos (y en los recuerdos) de muchos.

Pero gran parte de esa ternura no tiene nada que ver ni con el diseño ni con la música, sino porque es el primer dispositivo que recuerdo como mío. Yo fui un chaval que no creció con el último móvil, como muchos compañeros de clase. Tenía móvil, pero heredado de mi padre y porque era necesario para la comunicación, pero nada más.

Me habían regalado alguna consola y no me podía quejar, pero el primer dispositivo estrictamente mío (si no contamos una cámara Polaroid 2100 BF que me regalaron por mi comunión) fue el iPod Nano de tercera generación.

Tenía un viaje de estudios a París y no tenía cámara (ni móvil con cámara decente), pero tampoco MP3 para aguantar el viaje en autobús, ya que mi Airis se había roto (qué sorpresa, eh, que las cosas de Airis se rompieran).

Fui con mis padres a un centro comercial en busca de una cámara, que era lo importante, y me regalaron la Sony DSC T200, una compacta chulísima, pero también me sorprendieron con el iPod Nano de color negro.

Realmente siempre quise un iPod, pero eran carísimos y, bueno, tenía mi MP3, así que nunca pedí uno, pero ese iPod Nano que todavía conservo es el que despertó el cariño que hoy siento por Apple y el que me acompañó durante muchísimos años.

En ese viaje me vicié como loco al juego de la pelotita y yo pensaba que iba a molar un montón enseñándolo en el autobús, pero un compañero tenía el Classic gordo con, me acuerdo perfectamente, la peli de El Padrino y, claro, el mío solo tenía música, así que el que acaparó las miradas fue el iPod de mi compi.

Me daba igual, ya que yo iba con mi cámara y el iPod tanto en el autobús como durante gran parte del viaje y es algo que tengo grabado en la memoria.

Me he puesto un pelín sentimental, pero con el anuncio de ayer, he visto en mi TL de Twitter que muchos amigos, compañeros del sector, conocidos o, simplemente, gente que sigo, dieron su primer paso en el mundo Apple con un iPod.

Y me gustó ver que muchos contaban su movida como yo acabo de hacer, su historia resumida de cómo lo consiguieron o lo que supuso para ellos, pero lo más importante es que, o esa es la sensación que me dio, todos los que lo tuvieron se acordaban perfectamente, como yo, de las circunstancias en las que lo consiguieron, y seguro que hay muchos recuerdos bonitos asociados a ese primer iPod.

Es bonito, ya que la tecnología nos acerca a los demás, pero también es una máquina del tiempo muy potente y, en este caso, el iPod se ha convertido en ese DeLorean que muchos teníamos guardado en el armario y que ayer sacamos para escuchar un par de temas, los que dejamos guardados la última vez que lo sincronizamos con iTunes, para recordar, precisamente, ese momento de hace 10, 15 o 20 años cuando lo encendimos por primera vez.

No sé muy bien cómo cerrar esto, ya que ha sido superimprovisado, así que lo único que puedo hacer es recomendarte el vídeo que tienes justo sobre este párrafo en el que Canoopsy nos contaba hace un par de meses, y sin ver venir este anuncio de Apple, por qué sigue utilizando su iPod de primera gen.

Ah, y si quieres un viaje al pasado, esta página de Apple con todos los modelos de iPod y algunos datos sobre los mismos también es bastante potente.

Larga vida al iPod.