El mejor regalo que puedes hacer para tu casa es... ¡una buena conexión WiFi!
Ofrecido por AVM
En invierno, cuando en la calle arrecia el frío, solo tienes ganas de llegar a casa, tumbarte el sofá y acurrucarte en una manta ¡Qué bien se está en casa!
Para mejorar el confort de los hogares mucha gente apuesta por reformar el baño o la cocina, poner aire acondicionado o cambiar el mobiliario. Sin embargo, hay algo mucho más sencillo y práctico que seguro agradecerás a diario: mejorar la conexión WiFi de tu casa.
Al hacerlo mejorarás la cobertura WiFi en toda tu casa y con ella la estabilidad y la velocidad de conexión, por lo que podrás acceder a tus contenidos online favoritos desde cualquier habitación de tu casa.
Por qué tu WiFi puede arruinar tu experiencia
El WiFi es un invento genial y cada vez tenemos más dispositivos conectados sin cables, en casa o en la oficina. De hecho, cada español dispone de una media de siete aparatos conectados mediante WiFi (ordenadores portátiles, teléfonos inteligentes, tabletas, videoconsolas etc.) ¿Te parecen muchos?
¡Pues esto es solo el principio! La cifra no para de crecer, a medida que surgen más gadgets conectados para el hogar que usan la conexión inalámbrica: marcos de fotos digitales, televisores inteligentes, asistentes digitales... Y la cifra se elevará aún más cuando se generalicen tecnologías como la domótica o el Internet de las Cosas.
Estas innovaciones conseguirán que prácticamente todos los dispositivos que usamos en nuestro día a día (desde el termostato de la caldera hasta la mirilla de la puerta) estén conectados a la Red. ¡La OCDE calcula que un usuario contará con una media de 50 dispositivos conectados a Internet en 2022!
Lo que ocurre es que la mayoría de las redes inalámbricas no están preparadas para este incremento continuado de la cantidad de dispositivos conectados. Especialmente si, además, los usamos cada vez más para acceder a servicios que implican un consumo intensivo de datos.
Por ejemplo, ver contenidos en plataformas de streaming, jugar online o utilizar aplicaciones de productividad alojadas en la nube, etc. Como resultado, existe la posibilidad de que, cuando te conectes a Internet con tu dispositivo por WiFi, descubras que no es tan rápido como esperabas, que los contenidos tardan mucho en cargar o que la conexión se interrumpe en el peor momento.
Cómo conseguir la mejor conexión WiFi en casa
El primer consejo para asegurarte de que tu red inalámbrica está a la altura de tus expectativas es contar con un router moderno de altas prestaciones.
Como la mayoría de los usuarios, seguramente tienes instalado el router básico de marca blanca que te ha cedido tu proveedor de servicios de Internet. Normalmente, no es el modelo más avanzado ni el más potente, sino que se trata de un router de gama baja sin las últimas tecnologías para mejorar la potencia y el alcance del WiFi.
En cambio, los routers modernos incorporan innovaciones como la tecnología MIMO multiusuario, que se encarga de distribuir la señal WiFi a los dispositivos, para así poder asegurar una navegación mucho más rápida.
En segundo lugar, debes asegurarte de que el router está situado en el lugar adecuado. Idealmente este debería estar en una posición central en la distribución de tu casa, elevada y sin obstáculos físicos como muebles, radiadores, etc., para así evitar interferencias y transmitir correctamente en todas direcciones.
Sin embargo, como muchos inmuebles aún no disponen de cableado de fibra óptica, a menudo no te queda más remedio que colocar el router cerca de donde está la caja de conexión de tu proveedor de servicios de Internet, con lo cual el router no quedará en un lugar centrado en la superficie de tu casa.
Una solución puede ser conectar un router WiFi en modo puente al terminal de fibra óptica, mediante un cable de red y situarlo en una ubicación más adecuada para poder dar cobertura a todos los espacios.
Por otro lado, es importante asegurarte de que no existen interferencias con otros dispositivos. Las ondas de radio WiFi pueden interferir con los demás aparatos eléctricos y electrónicos (como microondas, altavoces Bluetooth, etc.) e, incluso, con elementos aparentemente inocuos como sistemas de iluminación.
Para superar este problema, es necesario contar con un router moderno que admita varias bandas (2,4 y 5 GHz) y canales. Esto le permite cambiar automáticamente a las que no estén afectadas por interferencias y proporcionar entonces la mejor conexión inalámbrica a cada dispositivo.
En cuarto lugar, debes tener presente que la señal inalámbrica se debilita cada vez que tiene que atravesar paredes o suelos, o tiene que recorrer largas distancias.
En inmuebles grandes o de varias plantas, eso puede provocar que la cobertura no llegue a todas las habitaciones de la casa o que la señal llegue debilitada e inestable; especialmente si únicamente cuentas con un único punto de acceso a la red inalámbrica —el router—, y este se encuentra instalado en uno de los extremos de la vivienda.
La solución es ampliar el alcance de la red mediante repetidores WiFi o adaptadores PLC (o internet por red eléctrica) que se encargan de transmitir la señal inalámbrica a los espacios donde no llega la cobertura del router principal.
También es posible que tu router no sea compatible con los últimos estándares inalámbricos que usan los dispositivos tecnológicos más recientes, especialmente si es un modelo un poco antiguo.
Al igual que el resto de tecnologías, el WiFi también evoluciona y, periódicamente, se lanzan nuevos estándares que permiten navegar mucho más rápido.
Por ejemplo, el actual WiFi 5 (802.11ac) es el doble de rápido que la generación anterior 802.11 g, y el nuevo WiFi 6 (802.11ax) que ya incorporan muchos dispositivos como el iPhone 11, transmite hasta diez veces más rápido.
Los nuevos dispositivos suelen ser compatibles con las generaciones anteriores, pero si tu router no admite los últimos estándares WiFi, entonces no podrás aprovechar la velocidad que te proporcionan los nuevos estándares.
Finalmente, es muy importante configurar adecuadamente la red WiFi para conseguir la máxima calidad de la señal. En los dispositivos más básicos, esto puede resultar un poco complicado, ya que no están pensados para que el usuario medio acceda a ellos.
Sin embargo, los routers más actuales ofrecen una interfaz de usuario muy intuitiva, que te permite hacer un montón de cosas sin tener que ser un especialista en informática.
Por ejemplo, puedes cambiar la contraseña del WiFi para ahuyentar a los posibles intrusos, dar acceso limitado a tus invitados sin revelar tu contraseña, ver cuántos dispositivos están conectados, controlar el uso del WiFi o, incluso, transmitir contenidos multimedia dentro de tu red doméstica.
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