Los monitores curvos para gamers de Samsung dan el salto a los entornos de trabajo
Los monitores curvos han sido durante mucho tiempo terreno exclusivo de los jugadores. Son pantallas que ofrecen un ángulo de visión mayor para sumergirse en el juego con facilidad y las marcas aseguran que son más cómodos para la vista.
Esta última ventaja sería un buen motivo para que otros consumidores disfrutarán de este tipo de pantallas. Samsung estuvo mostrando en el CES 2020 sus últimos monitores curvos gaming con un diseño muy cercano a la estética espacial, estilo futurista que no tendrán los monitores que se vendan para oficinas.
Esta nueva serie de monitores tendrá en común con los destinados al mundo de los videojuegos la curvatura de su pantalla, que podría ayudar a mejorar la productividad, pero poco más. Son modelos más sencillos, con una resolución menor.
La nueva serie T55 se lanzará con los tamaños de 24, 27 y 32 pulgadas. Las pantallas serán VA de 1080p de 75Hz compatibles con FreeSync, mientras en la parte trasera, el panel y biseles serán delgados, con una textura suave parecida a la tela y colores sobrios.
Como vemos, no contarán con las calidades de los monitores Odyssey de Samsung, tiene sentido, para trabajar no siempre es necesario que la imagen sea la mejor del mercado, ni siquiera que la latencia sea la mínima. Únicamente para profesiones creativas de edición de vídeo, fotografía o desarrollo de videojuegos podría ser necesario un monitor algo más potente.
Samsung asegura que la curvatura de 1000R ayuda a reducir la fatiga visual, aunque en el tamaño de 24 pulgadas es posible que no se perciba mucha diferencia, sobre todo si em formato es de 16:9.
Por el momento no se conoce la fecha de lanzamiento ni el precio por el que se podrán adquirir estos monitores. Si la acogida es buena, puede que Samsung amplíe la oferta con pantallas más anchas donde el efecto se perciba más.
Descubre más sobre Marta Sanz Romero, autor/a de este artículo.
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