En los últimos años se está hablando mucho sobre el momento en el que los ordenadores cuánticos sean una realidad al alcance de gobierno y empresas, pero también se empieza a alertar sobre la amenaza que pueden suponer para nuestra realidad y sistemas.

La capacidad que pueden tener los ordenadores cuánticos para analizar información resulta tan brutal que podrían dejar todas las contraseñas obsoletas y lanzar predicciones en bolsa que hiciesen saltar el sistema.

En Bolsamanía han entrevistado a Ignacio Cirac, director de la División Teórica del Instituto Max-Planck de Óptica Cuántica en Garching, Alemania. Además de las ventajas que pueden aportar para combatir el coronavirus u otras pandemias del futuro, también avisa de las preocupaciones que tiene al respecto de la computación cuántica.

Tener un ordenador cuántico puede suponer que se resuelvan fórmulas o adelanten predicciones que llevan días o semanas con ordenadores normales. El tablero que tenemos actualmente en distintas grandes áreas puede resultar ineficiente y el poder de las grandes empresas demasiado grande.

Ya estamos debatiendo el poder que tienen estas empresas sobre nuestras vidas, no solo por la información privada que guardan, también por la influencia sobre los distintos países o las posibilidades de que cambien las opiniones de las personas o sus conocimientos, pero la computación cuántica puede ayudar encima en la realización de prospecciones.

Es complicado encontrar una solución sobre una tecnología que todavía está en desarrollo y que en principio no se considera dañina ni bélica, pero puede provocar un gran impacto sobre nuestra realidad. A día de hoy ya se está hablando sobre la ventaja cuántica en el sector financiero, y esto es solo el comienzo.