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¿Un futuro a lo 'Black Mirror' o esperanzador? Intel avanza cómo será el mundo del mañana

Black Mirror: Blanca Navidad

La colaboración abierta en los ecosistemas tecnológicos es la clave para avanzar en 3 frentes clave a los que se enfrenta todo el mundo: la sostenibilidad, la accesibilidad y la equidad sanitaria. Así es el futuro que plantea Intel, en donde los ecosistemas abiertos e interoperables son claves para que florezca la innovación. 

Una de las claves para conseguir un mundo más sostenible, conectado y capaz de abordar los retos del futuro es apostar por la tecnología abierta.

No es nada fácil, al final es uno de los grandes retos de las empresas tecnológicas de los próximos años, sobre todo por la gran cantidad de arquitecturas y tipos de hardware heterogéneos que han forzado que el hardware se vuelva modular. 

Esto, sin duda alguna, provoca que los ecosistemas abiertos lo tengan más difícil que nunca, pero también es una vía perfecta para que demuestren todo el potencial que tienen para cambiar el mundo.

Desde Intel tienen claro que para mejorar la vida de las personas es necesario apostar por un ecosistema abierto e interoperable que apoye el software abierto, los estándares abiertos, la política abierta y la competencia abierta para que así pueda florecer la innovación.

Es más, siguiendo esta filosofía de trabajo tienen claro que estos ecosistemas abiertos tendrán un enorme impacto positivo en 3 frentes clave a los que se enfrenta todo el mundo: la sostenibilidad, la accesibilidad y la equidad sanitaria. 

La primera predicción es una de las más complejas, pero tanto Gobiernos como empresas de todo el mundo están trabajando para reducir las emisiones de carbono de cara a 2030.

Ahora bien, los centros de datos, servidores o superordenadores para impulsar todavía más la inteligencia artificial van a consumir mucha energía y recursos, por lo que puede ser un objetivo que no se atisba en el horizonte. 

¿Cómo lograrlo entonces? Patricia Pozuelo, EMEA Technical Sales Director de Intel, lo tiene claro: "La informática neutra en carbono se consigue cuando aplicamos la tecnología de forma que se reduzca el impacto climático en toda la economía".

Patricia Pozuelo, EMEA Technical Sales Director

Intel

En este sentido, desde la compañía americana tienen entre manos Intel NUC, una línea de productos de formato pequeño que busca un compromiso para ampliar la vida útil generación tras generación. 

Además, para seguir el ritmo del crecimiento exponencial de los datos impulsados por la IA, el 5G y la informática en la nube tienen entre manos los procesadores Intel Xeon de 4ª generación, que han mejorado el rendimiento por vatio de las cargas de trabajo de los centros de datos y las redes, así como el procesamiento de IA, análisis, bases de datos y criptografía en una media de 2,9 veces. 

Hay que dejar claro que actualmente la principal fuente de emisiones en la fase de uso es la electricidad usada para alimentar los centros de datos y las redes, señala Pozuelo y para tratar de ser más eficiente utilizan telemetría basada en IA para controlar de forma inteligente todo ese gasto energético. 

Está claro que la compañía americana está en búsqueda de este camino más sostenible sin que la tecnología se resienta, pero para lograrlo "se requiere colaboración", añade Pozuelo. 

"Por eso, a escala mundial, hemos establecido asociaciones para acelerar la sostenibilidad de los PC, mejorar la eficiencia energética de los centros de datos y ampliar las soluciones para reducir las emisiones en sectores de gran impacto como los servicios públicos, el petróleo y el gas, y la industria manufacturera", explica. 

 

"Al final, a combinación de hardware, software y apertura es lo que acelera la adopción de nuevas innovaciones y es por ello que es necesario un enfoque abierto que aporte más eficiencia, flexibilidad e interoperabilidad al ecosistema"

¿Cómo lograrlo? "Fomentando la libertad de elección de hardware, generando confianza y colaboración, con el objetivo último de permitir que las aplicaciones y las cargas de trabajo se ejecuten con mayor rapidez, pero también con mayor sostenibilidad," afirma Pozuelo. 

En cuanto a la segunda predicción, la accesibilidad tecnológica, también es un reto importante de cara al futuro, pero todo apunta a que, de nuevo, los ecosistemas tecnológicos abiertos e interoperables contribuirán a este avance. 

Puede ser complicado tener esta perspectiva. Al final, en muchos casos, no existe transparencia o ayuda para garantizar la igualdad de acceso a la tecnología, pero si se apostase por este modelo, habría un futuro más igualitario. 

¿El motivo? Sencillo: "Un ecosistema abierto ayuda a reducir la complejidad y mejorar la productividad, la portabilidad y el rendimiento para que los desarrolladores puedan centrarse en la creación de soluciones innovadoras. También permite a muchos colectivos diferentes, incluido Intel, ser disruptivos y crear nuevos mercados", afirma Pozuelo. 

En este sentido, desde Intel tienen herramientas como Intel oneAPI, una tecnología que adopta el enfoque modular para optimizar y acelerar cargas de trabajo heterogéneas en el hardware más reciente con el objetivo de eliminar las barreas de código y permitir la interoperabilidad con las inversiones en tecnología existentes

 

"Como defensores de un ecosistema abierto, priorizamos la participación de la comunidad a través de la colaboración de investigación global liderada por Intel Labs e iniciativas como Intel Ignite, un programa global de crecimiento de startups que aprovecha los amplios recursos de Intel para ayudar a las empresas de tecnología en etapa inicial a tener éxito", añade.

La última predicción de Intel sobre cómo estos ecosistemas abiertos podrían ayudar a una asistencia sanitaria equitativa y accesible, un lugar donde entra en juego la inteligencia artificial. 

"Puede ayudar a médicos e investigadores a prevenir enfermedades, acelerar la recuperación y salvar vidas al desentrañar datos complejos. También puede liberarles de tareas cotidianas para que puedan centrarse en sus pacientes o en la investigación", explica Pozuelo. 

Y hay aplicaciones de todo tipo: la telemedicina con IA puede ayudar a médicos a prestar atención y mejorar el tratamiento de manera individual, los robots podrían ayudar en intervenciones quirúrgicas y la inteligencia artificial podría agilizar todos los procesos y automatización para apoyar el desarrollo farmacéutico y la atención al paciente. 

Eso sí, el problema de todo esto ha sido la accesibilidad a los datos de los pacientes, puesto que la mayoría de los datos son sensibles y requieren privacidad.

Ahora bien, de nuevo, con este ecosistema abierto e interoperable, "se podría preservar la integridad y seguridad de los datos privados mediante computación confidencial "y la IA podría tener un impacto positivo en los pacientes de todo el mundo. 

Un ejemplo claro de todo esto ha sido una iniciativa de Intel Labs y la Perelman School of Medicine de la Universidad de Pensilvania, en la que utilizando el aprendizaje federado, un enfoque de IA de aprendizaje automático distribuido, se ha demostrado que es capaz de mejorar la detección de tumores cerebrales en un 33%. 

Por último, toca hablar sobre la inteligencia artificial generativa.

En los últimos meses, ha explotado este tipo de tecnología con la llegada de ChatGPT, Bing y Bard y prácticamente ha cambiado por completo la forma de relacionarse con internet en muchos aspectos y, sin duda, tienen mucho que decir en los próximos años. 

Ahora bien, a pesar de que es una tecnología increíblemente potente con un potencial incalculable, "aún está relativamente inmadura", advierte Pozuelo. 

"Debemos asegurarnos de que la tecnología de la IA avanza de forma responsable. La industria, el mundo académico y los líderes mundiales deben trabajar juntos para dar forma a nuestro futuro tecnológico, creando nuevas posibilidades que saquen lo mejor de nosotros mismos", explica. 

Eso sí, apaga mucho las voces sobre los riesgos de este tipo de tecnología: "La realidad es que no hay que imaginar escenarios de ciencia ficción que dramaticen los riesgos de la IA, sino que estos pueden darse de forma mucho más evidente y cercana".

En este sentido, desde Intel han puesto el foco en desarrollar de manera responsable las tecnologías de IA para evitar que avances así no marginen a las personas, utilicen los datos de manera poco ética o discriminen a diferentes poblaciones, especialmente a las personas en grupos tradicionalmente subrepresentados.

"Estos son problemas que nosotros, como desarrolladores de sistemas de IA, somos conscientes y estamos trabajando para prevenirlos. Y por eso nos apoyamos en nuestro Consejo Asesor multidisciplinario de IA Responsable, que lleva a cabo un riguroso proceso de revisión a lo largo del ciclo de vida de un proyecto de IA".

Hay que dejar claro, al final, que la IA generativa es una pieza de un mosaico de IA más amplio

A día de hoy la IA atraviesa un momento crucial y de nuevo, desde Intel, creen que la explosión final vendrá por "ofrecer un ecosistema abierto para generar confianza, ofrecer opciones y garantizar la interoperabilidad en todo el sector"

¿La clave? "Proporcionar soluciones energéticamente eficientes y centrándose en amplificar el potencial humano con la IA a través de la colaboración entre los humanos y la IA", sentencia Pozuelo. 

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Etiquetas: Entrevistas, Intel