La lista de trabajos en los que la IA puede reemplazar a los humanos es larga: repartidores, cajeros de supermercado, servicios de atención al cliente, asistentes administrativos...

Sin embargo, a esta mala noticia le acompaña una realmente positiva: la IA también ha creado nuevos ámbitos en carreras profesionales que, a priori, podría parecer que no tienen relación directa con esta tecnología.

Tal es el caso de la Filología Hispánica, injustamente maltratada en numerosas ocasiones por sus únicas salidas laborales "factibles": acabar siendo profesor de lengua en secundaria. 

Esto mismo le dijeron en segundo de bachillerato a Esther Fernández Carbayo (2000), una joven filóloga que actualmente trabaja en un equipo de IA en ingeniería de lenguaje.

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"Mi trabajo ahora mismo consiste en crear, diseñar y mantener asistentes virtuales, tanto chatbots como voicebots y, poco a poco, tengo intención de meterme más en la IA generativa", reconoce Esther en una entrevista con Computer Hoy.

Precisamente, a la par que trabaja estudia un posgrado en procesamiento del lenguaje natural, es decir, una parte de la lingüística computacional encargada de cómo las máquinas procesan y entienden el lenguaje humano.

La IA generativa, un futuro prometedor

Cuando le comentaron que la elección de sus estudios era desacertada por sus escasas salidas, allá por 2017, la IA aún no se había convertido en un tema mediático, a pesar de que, en la sombra, los proyectos comenzaban a dar sus frutos.

Con la llegada de ChatGPT, de OpenAI, en noviembre de 2022 todos los focos se dirigieron al chatbot, que también atrajo una gran cantidad de atención de los inversores. Ante esto, el éxito de la IA generativa había quedado demostrado.

Según Esther, este tipo de IA está llegando también paulatinamente al terreno de la edición en el sector, que sigue siendo una de las salidas favoritas de la Filología.

"Se están intentando implementar en muchas ocasiones textos predictivos basados en algoritmos tan profundos que lleguen incluso a ser muy únicos de cada autor", destaca.

Aunque ella no coincide en que, en este caso, una máquina pueda reemplazar a los escritores humanos.

"No creo que una máquina pueda escribir un libro por un autor, pero sí que puede darle ideas o a mejorar la escritura, pero siempre partiendo de que la base de un libro la va a hacer él", agrega.

Según los datos del Foro Económico Mundial, la tecnología creará 97 millones de empleos nuevos para 2025, es decir, 12 millones más que los que se destruirán. En concreto, la IA creó 3 veces más puestos de los destruidos, según FeeStories.

En definitiva, como aseguró AMETIC, que aglutina a los principales de la industria digital española, este sector no se enfrentará a la destrucción de empleos por culpa de la IA, sino que evitará a los trabajadores las tareas más repetitivas.

Nuevos empleos gracias a la IA

Más allá de los datos positivos relacionados con los puestos de trabajos en el ámbito de la IA, Esther reconoce que aún hay más salidas en su sector para quienes se quieran especializar en la tecnología.

Es el caso de la ciencia de datos, un camino por el que se puede optar en caso de haber terminado Filología Hispánica y haber recibido una formación técnica posterior.

Según cuenta Esther, la horquilla de ingresos para un trabajador joven que haya entrado recientemente en la industria oscila entre los 18.000 y los 20.000 euros, dependiendo de la empresa.

Aún está lejos de lo que se puede cobrar como empleado de la división Alexa de Amazon como ingeniero de aprendizaje automático, aproximadamente 167.000 euros, pero muestra el potencial de la IA.

Aunque si Esther tuviera que apostar por el futuro de esta tecnología, lo tiene muy claro.

"Apuesto bastante a que cada vez va a haber más IA generativa, que trabaje con modelos tan extensos que parezca que realmente es inteligente, porque se nos olvida al final que lo que intentamos hacer es que parezca inteligente", concluye.