Los discos duros se quedan, poco a poco atrás. El avance imparable de las unidades SSD, más rápidas, pequeñas, resistentes y silenciosas, se apoya en la omnipresencia de la Nube para que entre uno y otro medio cada vez sea menos necesario otro método de almacenamiento. 

Además la tecnología de las unidades de estado sólido, es con toda seguridad, la que más avanza y mejora sus prestaciones. Suben las capacidades, se reducen los precios, aumenta la velocidad... y aparece el protocolo NVMe. 

NVM (Non-Volatile Memory) Express o NVMe se ha creado para ofrecer a los SSDs la velocidad de transferencia a través del bus PCI Express que los estándares actuales, SCSI y SATA, no les pueden proporcionar para que luzcan su potencial como es debido.

Por eso compañías como Samsung, Intel o Seagate se han unido para desarrollar y dar forma al estándar NVMe, de manera que se puedan exprimir como es debido las ventajas de esta tecnología.

Descubre el nuevo Samsung SSD 950 Pro con NVMe

En principio, las primeras ventajas residen en su baja latencia, su consumo reducido y la velocidad que despliega. El protocolo NVMe necesita un solo mensaje para una transferencia de 4 KB (actualmente se requiere el doble) y maneja múltiples peticiones I/O a la vez.

Este rendimiento marca una diferencia muy importante en un ordenador, pero sobre todo dispara las prestaciones en los servidores. Pero el problema es que muy pocos componentes y sistemas están preparados para aprovechar el ancho de banda que facilita. Todavía.

Las primeras cifras de velocidad de lectura que ofrecen modelos como los Intel 750 (2,4 GB/s) o los Samsung 950 Pro (2,5 GB/s) mejoran sustancialmente su atractivo incluso para el usuario doméstico, ya que al tiempo los precios se están popularizando.

En los próximos meses empezarán a llegar previsiblemente tanto componentes como actualizaciones de firmware para sacar partido de NVMe. Con el apoyo de las más importantes firmas de tecnología, el presente puede estar aún un poco en el aire, pero el futuro es de lo más brillante.