BlackView P10000 Pro es un smartphone de grandes dimensiones, no dejará indiferente a nadie por su diseño y peso. Estamos ante un smartphone con un grosor de cerca de 1,5 centímetros y un peso que se acerca peligrosamente a 300 gramos.

Vistas esas cifras queda claro que no es un smartphone para todos los bolsillos, literalmente, porque en términos de precio se queda en unos modestos 259 euros si lo compramos en España. Es un precio razonable si tenemos en cuenta que monta un Helio P23, 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento interno así como un sistema de doble cámara trasero y frontal además de esos 11.000 mAh de batería.

Estéticamente no os vamos a engañar, estamos ante un ladrillo. Es un móvil grande, tosco y que no hace por ocultar sus dimensiones. De hecho, en la caja viene una funda de silicona negra que solo hace que crezca un poco más y que no hemos utilizado.

La parte frontal muestra su pantalla de 6 pulgadas con formato 18:9 y resolución FullHD+ es una pantalla correcta que se sube al carro del formato ultrapanorámico. Sin embargo BlackView sigue mostrando grandes marcos tanto en la parte superior donde está el sistema de doble cámara y flash LED así como el altavoz y los sensores de proximidad y luz. El de la parte inferior tiene más difícil justificación y tiene prácticamente el mismo tamaño, alrededor de 1,2 cm.

Los botones del terminal están situados en el lateral derecho así como el lector de huellas justo debajo de ellos. Es una posición perfecta para el dedo medio si se sujeta con la mano izquierda o el pulgar si lo tenemos en la mano derecha.

La bandeja para tarjetas nanoSIM o microSD está situada en el lateral izquierdo y es en la parte inferior donde tenemos la parrilla del altavoz y el conector USB-C de carga. En la caja tenemos un adaptador de USB-C a microUSB para cargar el terminal con un cable antiguo así como también un adaptador a minijack y un cable OTG. Sin duda, un combo de cables que hay que agradecer a BlackView.

La parte trasera monta un panel de cristal con acabado brillo que es una zona atrapahuellas dactilares y en la parte central superior tenemos el sistema de doble cámara trasero bajo el que descansa el Flash LED.

Como vemos es un diseño que continúa la línea de otros móviles de la marca, una mezcla entre lo que vimos en el terminal P6000 y BV9000 Pro, aunque sin la resistencia a golpes o al agua IP68 de este último.

Pantalla 6 pulgadas IPS 18:9 y FullHD+

Estamos ante un smartphone de grandes dimensiones que monta una pantalla 18:9 sin notch de 6 pulgadas de diagonal. BlackView ha apostado por un panel de calidad que tiene una densidad de pixeles de 403ppp gracias a su resolución FullHD+.

Los ángulos de visión de la misma son buenos, como cabía esperar sabiendo la tecnología de su panel, IPS. De hecho parece una pantalla de gran calidad si tenemos en cuenta este aspecto. De hecho, si bien nos ha parecido que viene calibrada de forma bastante correcta, podremos ajustar manualmente tanto la temperatura y saturación de color como el contraste de la misma desde el apartado Miravision dentro de Ajustes de Pantalla.

En términos de brillo no estamos ante la pantalla más brillante del mercado, pero el BlackView P10000 Pro se defiende sin problema en interiores y exteriores.

Además el control de brillo automático funciona bien detectando rápidamente el cambio de brillo ambiente y ajustando la retroiluminación de manera autónoma. Uno de los puntos que nos preocupan habitualmente es el nivel mínimo de brillo de este sistema ya que en entornos oscuros o por la noche, puede quedar algo alto y es algo que no nos ha sucedido con este móvil.

Evidentemente en el rango de precios que nos movemos y dentro de la gama media que es donde se sitúa este P10000 Pro no esperamos tener soporte HDR.

Rendimiento de gama media de 2017 en pleno 2018

Está claro que para lanzar un smartphone que brilla tanto en el apartado de la batería y de la pantalla a un precio contenido hay que llegar a compromisos en otros aspectos. El primero de ellos fue el diseño, que ya lo hemos tratado y el segundo de ellos es el rendimiento, punto que veremos a continuación.

El BlackView P10000 Pro monta un SoC Helio P23 de Mediatek, un octa-core con frecuencia máxima de 2 GHz que llegó al mercado como competencia directa del Snapdragon 625 aunque con un rendimiento bastante equiparable al Snapdragon 450.

En los test sintéticos no ofrece unas cifras destacadas y es algo que hay que tener en cuenta de cara al futuro. No es un smartphone con el que podremos disfrutar de juegos venideros en configuración de alta calidad y se resiente en aplicaciones donde hay mucha carga CPU así como en la instalación de aplicaciones donde tiene que extraer archivos y copiarlos a la memoria interna.

En resumidas cuentas, si buscas un dispositivo potente o lo que viene siendo un gama media de 2018 este móvil puede quedarse ligeramente por debajo de tus expectativas.

Es cierto que la capa de personalización es bastante ligera y más allá de personalizar iconos no carga el sistema ni se nota pesada. Esto es gracias a la ayuda de los 4 GB de RAM y Android 7.1.1. BlackView ha prometido actualización a Android 8 lo que mejoraría en parte la soltura en multitarea y el consumo energético.

Cuatro cámaras: en este caso más no es mejor

Cuando una compañía hace el esfuerzo de montar una doble cámara en alguna de las posiciones es de esperar que esa inversión traiga consigo algún beneficio más allá del puro marketing y, desgraciadamente este no es el caso de los sistemas de doble cámara de este P10000 Pro.

Ya vimos con el P6000 Pro y es que BlackView no hace un uso adecuado del doble sensor para poder detectar y generar ese bokeh de fondo. De hecho el modo de foto equivalente es llamado Blur y realmente es lo que hace el terminal, es como una máscara circular de la que puedes variar la intensidad del desenfoque y el tamaño de esa ventana sin desenfoque.

Nada que ver con detección de objetos o profundidad que es lo que, en teoría, facilita esa cámara secundaria de 0,3 Mpx que acompaña a los sensores principales.

El resumen es que el móvil monta una cámara trasera de 16 Mpx y una frontal de 13 Mpx con flash LED. No es una configuración espectacular pero sí que es cierto que se pueden conseguir buenas fotografías en situaciones de buena iluminación. Nos ha sorprendido que no haya un modo HDR como tal, siendo una funcionalidad que lleva varios años en el mercado y que promete una mejora de calidad en tomas con marcados contrastes y contraluces.

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Galería fotos con P10000 Pro (15 imágenes)

No es un móvil enfocado al mundo de la fotografía o vídeo, pero es cierto que si vamos a ir un sitio con buena iluminación puede suplir a una cámara compacta. Sin embargo, volvemos a hacer notar que se queda por detrás en tendencias como podrían ser el zoom, el HDR o el modo retrato o bokeh de fondo.

Batería para varios días y carga rápida, gran combo

El punto fuerte sin lugar a dudas de este P10000 Pro es su gran batería de 11.000 mAh con la que puede alcanzar cifras récord de autonomía. Hablamos de cerca de dos días reproduciendo vídeo online o bien hasta 80 horas de reproducción continua de música.

Si nos ponemos a jugar a juegos, una tarea exigente, este móvil es capaz de aguantar hasta 18 horas por lo que con un uso elevado (6 horas de pantalla por día) podrás aguantar unos 3 días sin tener que pasar por el enchufe.

Pero algo más importante es incluso que aún teniendo que pasar por el enchufe, este P10000 Pro monta un sistema de carga rápida que hace uso de un adaptador de corriente que da hasta 25W (5V - 5A) y consigue cargar el terminal, recordamos 11.000 mAh en cuestión de 2 horas y media.

Para hacernos una idea comparativa. Un móvil con una batería de smartphone media (de 3.000 mAh) carga con un sistema QC 3.0 en alrededor de una hora y media, si lo hiciese con este sistema de carga... ¡lo haría en tan solo 40 minutos!.

El móvil no se calienta durante el proceso de carga con este sistema ya que es un proceso que está controlado desde el propio cargador y un chip en conector USB-C que se conecta al móvil. En esta parte del cable donde sí notamos un calentamiento, pero nada problemático.

Érase una powerbank a un móvil gama media pegado

En resumidas cuentas, estamos ante un smartphone que cumple como móvil para un uso liviano, medio y con el que podremos sacar alguna fotografía en buena situación de luz. Es perfecto para poder estar un fin de semana sin pasar por un enchufe o usar una powerbank.

Como hándicap principal del terminal hay que cargar con esos casi 300 gramos todo el día y si bien ello nos garantiza prácticamente tres días largos de uso, es un factor, sin duda, a tener en cuenta.

Durante nuestras pruebas nos ha gustado mucho el sistema de carga rápida así como la autonomía y la calidad de la pantalla para este rango de precios (259 euros o 180 euros en oferta) sin embargo hay que reconocer que no es un móvil para todos los públicos y casi pide a gritos un bolso para llevarlo debido a su peso.