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Logitech StreamCam, análisis y opinión

Logitech StreamCam, análisis y opinión

Analizamos Logitech StreamCam, una cámara web que propone una solución todo en uno para iniciarse en el mundo de los streamings sin tener que complicarse demasiado con ajustes de imagen y sonido.

El teletrabajo, estudio en remoto y expansión de plataformas de transmisión de contenido en directo han creado nuevas necesidades en el hardware necesario para el día a día en los equipos.

Logitech StreamCam es una cámara que se centra en los creadores de contenido en streaming (de ahí su nombre), ofreciendo funciones adicionales que se alinean con las necesidades de este perfil de usuario. Sin embargo, también es una solución muy recomendable para obtener una buena calidad de imagen y sonido en videollamadas.

Esta webcam no viene sola y acompaña su propuesta con una nueva versión de Logitech Capture que contribuirá a hacer más sencilla la configuración de las transmisiones en directo o la grabación de vídeos.

Logitech StreamCam
ResoluciónHasta 1.080p y 60 fps
LenteCristal | Longitud Focal 3,7 mm | Apertura f/2.0
AutofocoAutomático de 10 cm a infinito | Enfoque facial con detección facial
Campo visual78°
ConectividadCable fijo con USB-C 3.1 al PC
MontajeSoporte para monitor
| Anclaje de trípode | Montaje horizontal y vertical
SoftwareLogitech Capture | Logitech G HUB
MIcrófono integradoSí | dos micrófonos omnidireccional | Reducción de ruido | Estéreo o modo dual
Longitud del cable1,5 metros
Indicador LEDLED blanco de funcionamiento en el frontal
Dimensiones Sin soporte de monitor 66 x 58 x 48 mm y 150 gr | Con soporte de monitor 85 x
Precio112,80 euros

Análisis de la Logitech StreamCam por apartados:

Robusta y funcional tanto para creadores de contenido como para videollamadas

Una de las primeras sorpresas que nos dio la Logitech StreamCam fue su diseño ya que se desmarca ligeramente del aspecto panorámico que acostumbran a tener las webcam y apuesta por un aspecto más cuadro y con más fondo. Tiene unas dimensiones de 66 x 58 y 48 mm de fondo, con un peso de 150 gramos.

Toda la carcasa externa está fabricada en policarbonato que transmite muy buena calidad y robustez, con un frontal muy elegante en el que predomina la lente de cristal rodeada por tela acústica que le aporta un acabado diferencial y oculta los micrófonos sin restar calidad de audio.

La Logitech StreamCam está disponible en acabado gris grafito y blanco, con la tela del frontal a juego. Junto a la lente encontramos el logotipo de Logitech y en una esquina un LED de color blanco se ilumina cuando la cámara está en funcionamiento para alertarnos de que todo lo que hagamos puede estar transmitiéndose.

No encontramos ninguna tapa ni sistema para mantener la privacidad, por lo que, más allá del LED de funcionamiento, no podemos controlar de forma fidedigna que no se están captando imágenes.

La cámara cuenta con unas pestañas en los laterales y en la parte superior e inferior que permiten colocarla tanto en posición horizontal como vertical, algo que se dirige directamente a los creadores de contenido en Instagram o TikTok.

Logitech ha incluido dos tipos de soporte para la cámara. El más habitual es el de tipo “pinza” con el que puedes instalar la cámara fácilmente sobre un monitor o pantalla del portátil adaptándose a su trasera perfil con tres segmentos ajustables.

Además, este soporte cuenta con una “rótula” que permite ajustar tanto en ángulo de rotación lateral, como la inclinación de la cámara. Es muy improbable no encontrar un ajuste satisfactorio con este soporte por su versatilidad de movimientos.

También se incluye un soporte para trípodes (o soporte de sobremesa) si no quieres ponerla encima de la pantalla. En este caso las opciones de ajuste las proporciona el propio trípode, no el soporte.

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En la parte trasera de cámara encontramos un cable fijo con una extensión de 1,5 m terminado en un conector USB de tipo C 3.1. Esta nos ha parecido una característica un tanto limitante en varios aspectos.

No contar con un cable extraíble condiciona la ubicación de la cámara con respecto al ordenador y no pone facilidades en la gestión de cables del escritorio.

Por otro lado, el estándar USB C ya está lo suficientemente extendido como para que no resulte un inconveniente dado que la mayoría de ordenadores y portátiles ya incluirá al menos un conector USB C.

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Sin embargo, lo que no nos complace tanto es que deberá ser específicamente un conector USB C 3.1 para obtener la resolución 1080p a 60 fps,  si el conector es de una generación anterior, limitará la señal a una resolución de 1080p a 30 fps.

En lo que a conectividad se refiere, la Logitech StreamCam es Plug&Play, por lo que basta conectar la cámara a un equipo con Windows o macOS, abrir la aplicación de videollamada o transmisión y seleccionar la cámara como fuente de vídeo. Eso sí, para exprimirla al máximo lo mejor es utilizar el software de control de Logitech.

Logitech Capture hace de panel de control y Logitech G Hub la integra en el ecosistema

Logitech no solo ha pensado en la StreamCam como un componente de hardware que puedes conectar a tu equipo, sino que lo plantea como una herramienta completa para mejorar la calidad de las videollamadas y transmisiones online. Por ello, el software que la acompaña tiene casi la misma importancia que el propio hardware.

El panel de control lo encontramos en la aplicación Logitech Capture que ofrece todas las funciones de ajuste de calidad de imagen y sonido de la cámara, añadiendo funciones de gestión de la transmisión para generar contenido y transmitirlo de forma sencilla. Logitech Capture está disponible para equipos con Windows y macOS.

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El papel protagonista lo toman las opciones de configuración más importantes de la cámara, accesibles desde el primer apartado del panel lateral. Seguido por una segunda fuente de contenido como puede ser la pantalla, de forma que con solo un par de clics ya tienes todo configurado para, por ejemplo, crear tutoriales o gameplays.

En la parte inferior de la pantalla se encuentran los controles de transmisión. Algo así como el panel de realización, desde el que puedes controlar la distribución del contenido en la pantalla de cada uno de los orígenes.

Puede aparecer un juego a pantalla completa y una ventanita en la que aparece el contenido de la webcam mientras comentas la jugada o compartir si estás haciendo una entrevista, por poner algunos ejemplos. Te lo contamos todo en el siguiente vídeo.

Los ajustes de calidad de imagen y sonido que se configuran desde Logitech Capture se guardan en la cámara por lo que, valores como el balance de blancos o el brillo, se mantienen aunque se cierre Capture. Otros ajustes avanzados solo están disponibles desde este programa.

El hecho de poder utilizar determinados ajustes de imagen desde Capture puede limitar la experiencia de uso porque algunas apps de videollamada, como Meet, no pueden usar la cámara si Capture está en funcionamiento.

Se pueden usar programas como OBS o XSplit para gestionar la señal que genera Capture sin perder sus ajustes de imagen y funciones avanzadas, pero se pierde parte de la sencillez en la experiencia de uso que prometía Logitech.

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Logitech ha creado todo un ecosistema de productos que pueden trabajar de forma conjunta. La StreamCam no es una excepción y se integra en ese ecosistema mediante la aplicación Logitech G Hub.

Desde este software también pueden ajustarse algunos parámetros básicos para la calidad de imagen y sonido, pero se pierden algunas funciones avanzadas que solo están disponibles en Logitech Capture.

Perfecta para videollamadas, pero algo justa para streamers

Llegamos al apartado clave para una webcam como es el protagonizado por la calidad de imagen y sonido que ofrece la Logitech StreamCam que estamos analizando.

Como hemos comentado, desde Logitech Capture se configuran los ajustes de la cámara y su intensidad, por lo que afinando estos parámetros se pueden conseguir resultados realmente buenos.

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Uno de los parámetros más importantes es la exposición y el balance de blancos, cuya gestión por parte de las webcam acostumbra a ser desastrosa. Sin embargo, con el ajuste Automático la Logitech StreamCam consigue ajustar correctamente los tonos de piel y adaptarse correctamente a la iluminación de la habitación.

Obviamente, es necesario contar con un mínimo de luz, pero gracias a la apertura f/2.0 de su lente mantiene bien la exposición, aunque es propensa a mostrar ruido en las zonas más tenues.

Otra de las funciones que nos ha sorprendido es la de Encuadre automático, que mediante inteligencia artificial detecta la cara y la mantiene encuadrada aunque te muevas por el plano, jugando con el zoom y unos paneos suaves y progresivos. Es casi como tener un operador de cámara que controla que no te salgas del plano.

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La cámara cuenta con una apertura visual de 78°. No es la más angular del mercado, por lo que puede obligar a separarla mucho si quieres mostrar más el fondo y no parecer encajonado en el encuadre. Este punto es algo subjetivo.

El enfoque nos da una de cal y otra de arena. Por un lado, nos ha gustado la decisión con la que detecta y enfoca las caras evitando el molesto movimiento continuo de enfoque tan habitual en los sistemas de autoenfoque de las webcams.

El lado negativo lo encontramos cuando mostramos algo a cámara para que quienes están al otro lado lo vean con más detalle. Un gesto muy común en las transmisiones en streaming. La Logitech StreamCam cuenta con una distancia de enfoque de solo 10 cm, por lo que la distancia no es problema.

Sin embargo, le cuesta bastante liberar el foco de la cara y fijarlo en el objeto que se coloca en primer plano. Eso sí, cuando retiras el objeto, inmediatamente recupera el enfoque en la cara.

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Nos hubiera gustado que Logitech hubiera aplicado esa implementación de inteligencia artificial de detección de las caras en el enfoque y el encuadre para reducir un poco más la profundidad de campo y obtener así un fondo más desenfocado.

Dado que el tamaño del sensor integrado en la cámara no permite demasiadas acrobacias a nivel óptico, sí se podría aplicar un desenfoque por software como el que encontramos en los móviles, para acercarse a ese aspecto sedoso en los fondos que los grandes streamers consiguen con cámaras profesionales de miles de euros.

En cuanto al sonido que recogen sus micrófonos, decir que recogen la voz con una calidad correcta para videollamadas ya que, además de captar perfectamente el sonido de la voz, aplica una cancelación del ruido ambiente, por lo que se transmite más nítida.

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Sin embargo, la calidad de estos micrófonos es insuficiente para una transmisión en directo, donde los espectadores son cada vez más exigentes con la calidad del audio. Para ello la marca tiene mejores opciones como este Blue Yeti Xanálisis—.

Hubiera estado bien contar con algunos filtros o ajustes de ecualización para controlar un poco más la calidad del sonido, más allá de ofrecer un patrón de captación omnidireccional o en mono dual.

Alternativa de calidad para no complicarte la vida con tecnicismos

Encaramos la recta final de este análisis llegando a la conclusión de que estamos ante un buen producto, aunque tal vez se le haya ido un poco la mano al departamento de marketing enfocándolo como la herramienta para los creadores de contenido.

Tras muchas videollamadas y haberla convertido en mi gran aliada en la grabación de nuestros podcasts en streaming, puedo decir que es una muy buena alternativa para conseguir el siempre complicado equilibrio entre portabilidad, buena calidad y un precio ajustado.

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Nos ha gustado mucho la fidelidad de los colores y su buen funcionamiento con poca luz. Además, mantiene muy bien en enfoque facial, aunque no tanto cuando lo que se busca es mostrar otros elementos, donde el foco se vuelve más perezoso e impreciso.

Cuenta con un buen sistema de detección facial para el enfoque, nos hubiera gustado que esta StreamCam hiciera honor a su espíritu y abordara con valentía una menor profundidad de campo desenfocando los fondos, en lugar de mantener esa estética de “todo enfocado” que ofrecen las webcam convencionales.

El hecho de limitar determinadas funciones como el Encuadre automático a usar un determinado software o limitar los fps en función de la versión de USB que use el ordenador han puesto la nota negativa en la experiencia de uso.

No obstante, la Logitech StreamCam se mantiene como una excelente opción para quienes quieren aventurarse en esto de la comunicación en streaming sin complicarse la vida con tecnicismos, y sin invertir una gran cantidad de dinero antes de que sus canales sean rentables.

Logitech StreamCam

La StreamCam de Logitech ofrece resolución 1080p a 60 fps y sonido estéreo en un solo dispositivo. Además cuenta con funciones como el Encuadre automático que mantiene en cuadro aunque te muevas y una...

Logitech ha integrado algunas funciones como la creación de contenido en vertical para redes sociales como TikTok o Instagram, añadiendo funciones como la estabilización digital de la imagen que no encajan exactamente en un producto de estas características ya que no está pensada para moverse con ella.

También supone una buena alternativa para ofrecer una buena impresión videollamadas profesionales y para estudiantes en remoto. Ofrecer una buena calidad de imagen y sonido ayuda a proyectar una buena impresión a quien se encuentra al otro lado.

Los 112,80 euros que cuesta la Logitech StreamCam están muy por debajo de los 175,98 euros que cuesta la Razer Kiyo Pro –que analizamos aquí—ofreciendo prestaciones similares.

Nuestra valoración

Lo mejor

  • Buena calidad de imagen
  • Accesorios de montaje
  • Buen sonido
  • Encuadre automático

Lo peor

  • Angular de 78°
  • Poca profundidad de campo
  • Enfoque algo lento
  • Precio
80

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Etiquetas: Análisis