Steve Jobs fue conocido por sus grandes dotes en oratoria y comunicarse con el público. No en vano, las keynotes más famosas del mundo de la tecnología son de Apple.

Era una personaje carismático, en ocasiones divertido y en otras ocasiones incluso hasta irascible. Como Jobs vendía los productos en las keynotes de hace años ha marcado el estándar de las presentaciones actuales.

En una entrevista Jobs fue criticado tras su vuelta desde NEXT a Apple. Le preguntaron sobre cosas específicas de Java y Opendoc, que Jobs anunció que retiraría del mercado.

El entrevistador comentó "Señor Jobs, eres un hombre brillante e influyente (...) Es triste y claro que en muchos de los temas que has discutido, no sabes de lo que estás hablando".

Como respuesta Jobs no entró al trapo de defender su inteligencia o éxito. Aceptó la afirmación y los errores. "Algunos errores se cometerán en el camino (...) eso es bueno, porque al menos se toman algunas decisiones".

Los errores son parte inevitable del camino

Aclaró Jobs que encontrarían esos errores y los solucionarían. El entorno en el que un CEO está respondiendo preguntas de desarrolladores en un WWDC es algo que seguramente no veremos hoy día con Tim Cook.

Está claro que con esas respuestas Jobs dejó claro que el éxito no es buscar no cometer errores. Sino aceptar que los errores llegan como parte inevitable del proceso y el cómo lidias con ellos definirá ese éxito.

Jobs dejó claro un caso personal sobre eso: "No puedes empezar en tecnología e intentar imaginar dónde vas a intentar venderla. Yo he cometido este error, probablemente más que nadie en esta habitación, y tengo la cicatriz para probarlo".

Obviamente tu trabajo es intentar cometer los menores errores posibles y que sean de pequeñas dimensiones. De ese tipo de errores se aprende.

De hecho, los errores también te enseñan algo importante. Si eres capaz de detectarlos, solucionarlos eso hace tu producto y tu negocio más fuerte.