La producción masiva de carne cultivada en laboratorio, también conocida como ganadería celular, está cada vez más cerca de convertirse en una realidad gracias a los avances realizados por investigadores de la Universidad de Tufts que, recientemente, han logrado desarrollar células madre musculares bovinas inmortalizadas capaces de crecer rápidamente y dividirse indefinidamente.

Si bien, aún existen desafíos técnicos por superar para que la ganadería celular pueda alimentar a millones de personas, como el cultivo de células de otras fuentes de alimentos, como pollo y pescado, esta investigación representa un importante paso adelante. 

Un caballo comiéndose un pollito o una vaca devorando una serpiente: ¿Por qué los herbívoros comen carne?

Las células madre musculares y grasas extraídas de animales vivos requieren una alta capacidad de crecimiento y división para ser utilizadas en el cultivo celular. 

Las células inmortalizadas desarrolladas por el equipo de TUCCA ofrecen ventajas significativas, ya que permiten producir una mayor cantidad de carne y facilitan la entrada de otros investigadores al campo.

Hasta ahora, los investigadores tenían que efectuar aislamientos de células madre de animales o emplear líneas celulares modelo menos duraderas y con menor capacidad de crecimiento. 

Con estas nuevas líneas celulares bovinas inmortales que no paran de crecer, los estudios pueden centrarse directamente en la producción de carne.

El proceso para inmortalizar células madre cárnicas

El proceso para inmortalizar las células madre bovinas constó de dos pasos clave. En primer lugar, se diseñaron las células para reconstruir constantemente sus telómeros, que son los extremos de los cromosomas que se desgastan con el tiempo. 

Esto permitió mantener los cromosomas para la replicación y división celular. En segundo lugar, se estimuló la producción continua de una proteína que acelera la división celular, lo que contribuye a un crecimiento más rápido de las células.

Las nuevas células aún no son idénticas a las células musculares animales. Aunque, el líder del proyecto, Andrew Stout, sugiere que podrían estar lo suficientemente maduras como para replicar el sabor y la textura de la carne natural de una granja.