Insatisfacción crónica: ¿por qué nada te hace feliz, y cuánta culpa tienen las redes sociales en ello?
Enrique Luque de Gregorio
Los casos de insatisfacción crónica pareen aumentar cada día, y la tecnología podría tener un papel fundamental en ello, sobre todo entre los más jóvenes. ¿Hasta qué punto las redes sociales pueden ser culpables?
Hay gente que, sencillamente, nunca parece estar satisfecha. Su ambición es totalmente desproporcionada y, con indiferencia de lo bien o mal que le vayan las cosas, siempre siente que necesita más.
Es lo que actualmente se conoce como insatisfacción crónica. ¿El problema? Que de un tiempo a esta parte los casos se han vuelto cada vez más frecuentes en la sociedad.
¿Por qué este incremento tan pronunciado? Aunque resulta difícil dar una respuesta absoluta, una de las posibilidades más claras apunta a la tecnología.
¿Y si la culpa de que nada te haga feliz estuviese en las redes sociales? ¿En qué ha cambiado el mundo para que este problema no haga más que crecer?
Insatisfacción crónica: cuando nada te llena
En líneas generales, la insatisfacción crónica no es otra cosa que un estado persistente de malestar, descontento o infelicidad que afecta negativamente la calidad de vida de una persona. Además, puede manifestarse de diversas formas, como sentimientos de vacío, falta de propósito, baja autoestima o dificultad para experimentar alegría o satisfacción en el día a día.
Aunque a insatisfacción crónica puede ser causada por muchas cosas, que incluyen problemas emocionales, traumas pasados, dificultades en las relaciones personales o incluso el estrés laboral, lo cierto es que en la sociedad moderna la tecnología y las rede sociales acostumbran a jugar un papel fundamental. Sobre todo en lo que se refiere a los más jóvenes.
Muchos estudios resaltan una relación clara entre redes sociales y depresión en jóvenes. Pero en el caso de la insatisfacción crónica, hay muchos factores que pueden conducir a ella.
Por ejemplo, una constante comparación social. Puesto que mucha gente publica sus momentos supuestamente felices y emocionantes en Internet, las comparaciones suelen ser inevitables.
Algo que, en el fondo, crea una sociedad que promueve unas expectativas de perfección exageradas y poco realistas. Pero incluso así, las personas pueden sentirse presionadas para mantener una imagen impecable en las redes, que rara vez se corresponde luego al perfil de la vida real. Esa gran diferencia puede terminar por crear también estrés o, cómo no, insatisfacción crónica.
Los riesgos del FOMO
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Analizando de esta manera la insatisfacción crónica en los tiempos modernos, es inevitable llegar al popular efecto FOMO. Es decir, a la sensación constante de estar perdiéndose algo en Facebook, Instagram, TikTok o donde sea de la web. Si se junta todo, es fácil darse cuenta de que muchas veces en Internet se crea el caldo de cultivo perfecto para este problema psicológico.
Además, otro riesgo presente es el confundir la insatisfacción crónica con ser alguien ambicioso. En realidad, no tiene nada que ver una cosa con la otra. Lo primero más bien podría asociarse a la envidia, o la soberbia, y no tanto al querer llegar más lejos en la vida.
En cualquier caso, lo que está claro es que los casos de insatisfacción crónica aumentan cada día, y que la inmediatez de Internet y la engaño perspectiva de las redes no ayudan a la hora de remediarlo. Más bien, podría decirse sin miedo a equivocarse que sucede todo lo contrario.
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Etiquetas: Consejos, Redes Sociales