Las películas de monstruos gigantes podrían considerarse casi un género en sí mismas. Sin embargo, al pensar en ellas resulta prácticamente inevitable que te vengan a la cabeza monstruos imprescindibles en la historia del cine como Godzilla o King Kong. Al fin y al cabo, son los más representativos y los que más veces han regresado a la gran pantalla. 

El reciente estreno Godzilla y Kong: Un nuevo imperio no hace más que demostrarlo. No obstante, existen otras muchas películas de monstruo gigantes poco conocidas que te sorprenderán, y que merece la pena conocer. 

Quizá no resulten tan populares como esta singular pareja, pero aún así han aportado bastante a este tipo de producciones, de una manera u otra. 

Monstruoso (2008)

Estrenada en 2008, Monstruoso (Cloverfield en el original) fue un soplo de aire fresco dentro de las películas de monstruos gigantes. Sobre todo, por su enorme realismo y centrarse más en los personajes humanos (muy creíbles) que la amenaza colosal. 

Su estilo en plan “metraje encontrado” hacía que en la práctica fuese algo así como una mezcla entre El proyecto de la Bruja de Blair y Godzilla. Original y muy bien llevada a cabo. Eso sí, como es habitual en estos casos, sugiere más de lo que explica. 

The Host (2006)

Suelen asociarse las películas de monstruos gigantes con Japón, por Godzilla y por la gran cantidad de imitadores que le han ido surgiendo en tierras niponas. 

Sin embargo, uno de los mejores exponentes del género fue creado en Corea del Sur. Se trata de The Host, una película que en su momento conquistó sobremanera a la crítica.

Aunque tiene cosas propias de las películas de monstruos, lo cierto es que también presenta una atmósfera muy dramática. Para muchos resulta una obra maestra al más puro estilo Parásitos. 

Amenaza en las profundidades (2022)

Otra película con monstruos gigantes de factura asiática, aunque en este caso con un origen diferente: Tailandia. 

Está claro que Amenaza en las profundidades (Beung Kan) no alcanza el mismo nivel en ningún sentido que otros exponentes clásicos, pero tiene algo a su favor: el elemento exótico que supone. 

Además, algunos aspectos como la fotografía o los efectos especiales son bastante aceptables. Si te atrae el cine asiático más “profundo”, merece la pena. 

Temblores (1990)

Todo un clásico de la serie B de los años 90, que catapultó a Kevin Bacon a la fama y que ha dado para un montón de secuelas. En su momento fue bastante famosa y logró conquistar los videoclubs de muchos rincones del mundo. 

Algo así como si los gusanos de Dune se hubiesen mudado al desierto de Nevada, donde un grupo de vecinos deben enfrentarse a esta terrible amenaza. 

Gamera, el guardián del universo (1995)

Es cierto que Godzilla es el rey indiscutible de los monstruos japoneses, pero si existe uno que estuvo a punto de hacerle sombra (al menos hasta cierto punto) ese fue Gamera, una especie de tortuga gigante que logró bastante reputación entre los fans del kaiju eiga (hasta Netflix ha resucitado a este personaje).

Es cierto que sus entregas más clásicas son demasiado infantiles, pero en los 90 la criatura protagonizó una trilogía bastante más entretenida… siempre y cuando seas fan del género, claro. 

Por supuesto, estas no son las únicas películas de monstruos gigantes que se han hecho, pero sin duda entre todas ellas saldrían un buen grupo de enemigos para Godzilla y Kong. Y algunos bastante carismáticos, por cierto.